tú y yo somos tres

Belén, otro servicio impagable

ferran Monegal

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Deberían hacerle un monumento. Una estatua a tamaño natural. Y colocarla a la entrada de Tele 5, en el número 4 de la carretera de Fuencarral. ¡Ah! Lo de Belén Esteban es fantástico. Es una fuente de negocio inagotable. Cuando la cadena está un poco necesitada, ahí está Belén en primera línea de parrilla, dispuesta a rustirse y a lo que haga falta. Ahora mismo, la dirección de T-5 está contrariada. La 'ratomaquia' 'GH-17' por ahora no acaba de arrancar. Jorge Javier Vázquez no está soplando la flauta como la soplaba la flautista de Hamelín de toda la vida, Merceditas Milá. El programa comienza a perder audiencia. Y para intentar remediarlo, ahora se dedican a expulsar a 'ratoncitos' por un lado -para buscar el llanto y el drama- y a convocar a otros de antiguas 'ratomaquias' por otro lado. O sea, que en T-5 están nerviosos. Pero siempre tienen a Belén Esteban a mano para que les eleve la moral y les salve. Su actuación en el 'Deluxe' del viernes fue fantástica. Le habían preparado una sesión en la que salió salpicada toda su familia: su madre, su hermano, la vecina Mariví, su amiga del alma... O sea, enseñaron las puñaladas en el interior de la familia Esteban, una de las pocas cosas que ella siempre había preservado. El método que siguieron fue perfecto. Por la mañana, en el programa de Ana Rosa, volcaron una basurilla del Toño Sanchís que implicaba a un hermano de Belén con mensajes contra su propia hermana. Por la tarde, en el 'Sálvame', dinamizaron el tema para que el cotilleo remontase. Y por la noche, explosión y traca máxima: Belén Esteban en persona entrando al trapo. ¡Ah! Es un engranaje perfecto. Engarzaron mañana, tarde y noche con la precisión de las grandes plantas de tratamientos residuales. Decía Belén mirando a cámara: «Toño tú lo que quieres es desestabilizarme. ¡Que me suba el azúcar! ¡Romper mi familia! ¡Pero no lo conseguirás!». Y una gran ovación la reconfortaba.

Me acaba de llamar un viejo amigo, escandalizado, porque Tele 5 no ha variado ni un milímetro su programación para atender las elecciones de Galicia y Euskadi. ¿Y para qué va a cambiar sus parrillas de asar carne?, le he contestado. Ajenos a la actualidad, y haciendo hamburguesas con las miserias de Belén, les va de maravilla. Consiguen una audiencia extraordinaria. Es curioso, Tele 5 y el Partido Popular parecen tener vidas similares: cuantos más escándalos les salpican, más votos (más audiencia) atrapan.