Bebés con futuro en la tele

Son exactos, clavados, absolutamente idénticos a un bebé humano. Tienen corazón que palpita, venitas debajo de la piel, fontanela en el cráneo, uñas, lengua, párpados, pestañas, ríen, lloran, toman biberón, mojan los pañales... Y son completamente falsos. Las mamás no los compran, los adoptan -a pesar de ser una simple y pura transacción comercial- y se los entregan con la típica pulserita en la muñeca, como si salieran de la maternidad de un hospital. Llevan certificado de nacimiento. Están hechos de silicona y vinilo. Son los reborn. Samanta Villar ha elegido a estas criaturas para comenzar su nueva temporada de 'Conexión Samanta' (Cuatro). ¡Ah! Ha sido una idea excelente. Mirando a estos falsos bebés, se intuye un futuro esplendoroso para la tele. De hecho, la versión adulta de los 'reborn' ya la presentaron en las teles de Japón el año pasado. A dos damas deliciosas, androides completamente, llamadas Otonaroid y Kodomoroid, las pusieron a presentar un informativo. Lo hicieron a la perfección. Movían los labios en exactísima sincronización con una voz en off escondida entre bastidores. Actuaron como insuperables marionetas. O sea, como lo que ya tenemos aquí muchas veces ,pero con una ventaja enorme: no cobran, no comen, no molestan, no protestan nunca, no causan baja por enfermedad, no hay que darles días de vacaciones, pueden trabajar las 24 horas del día sin cansarse, ininterrumpidamente, y cuando terminan el informativo se guardan en un armario hasta el día siguiente. ¡Ah! Qué gran futuro les espera a los 'reborn' en la tele. Y qué golpe más cruel para algunos -hay honrosas excepciones- de los actuales pajaritos que trabajan en los telediarios, 'telenotícies' y otros noticiarios del telehipódromo ibérico. A pesar de su abnegada obediencia, su sumisa buena letra, y su disciplinado canto, no tardarán en ser sustituidos por una cómoda, interminable e indestructible generación de 'reborns'.

ANDREÍTA .- Cuatro millones de espectadores siguieron la incrustación de Andreíta, en forma de conexión pixelada con la jaula de Guadalix ('GH VIP'). El copioso llanto de emoción de su madre, Belén Esteban, al verla, disparó la audiencia. ¡Ah! Estas estrategias T-5 las borda. Cabe discutir la pixelación. Además de ser escasa -se intuía su rostro perfectamente- todos sabíamos quién era. O sea, que la protección al menor siempre es una chapuza en la tele.