LOS ESTRENOS DE CINE DE LA SEMANA

La memoria de 'Gernika'

Bárbara Goenaga, que interpreta a una censora republicana en 'Gernika', en el cine Palafox de Madrid.

Bárbara Goenaga, que interpreta a una censora republicana en 'Gernika', en el cine Palafox de Madrid. / periodico

OLGA PEREDA / MADRID

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El 'Guernica' de Picasso no necesita carta de presentación, pero, ¿qué hay detrás de ese artístico grito contra el horror? Una barbarie no tan conocida que apenas ha sido llevada a las pantallas. El cineasta bilbaíno Koldo Serra ('Bosque de sombras') cubre ahora ese hueco con 'Gernika', ambiciosa producción que pasó por el festival de Málaga y que narra el aniquilamiento de civiles a manos de la legión Cóndor alemana en abril de 1937. "Contar nuestro pasado es importante. Siempre es positivo rescatar la memoria histórica porque hay que saber de dónde venimos". Lo afirma la actriz Bárbara Goenaga, que se pone en la piel de una censora a sueldo de la República, la persona encargada de cortar la línea telefónica a los reporteros internacionales cuando sus crónicas no eran, digamos, oportunas. Goenaga, al igual que Serra, no entiende cómo el cine y la televisión no han retratado más el cruel bombardeo que sufrió el pueblo vasco, a excepción de un documental realizado por el padre del actor Daniel Brühl, así como un par de pequeñas series en ETB y en la BBC. 'Gernika', en cuyo metraje hay incluidos 20 minutos de explosiones continuas, salda esa deuda.

AMOR Y REPORTEROS

"No estamos delante de un relato de buenos y malos. 'Gernika' es una historia de amor. Y también un homenaje a los reporteros de guerra y a las mujeres que estaban en en conflicto", cuenta la actriz donostiarra ('Los cronocrímenes', 'La punta del iceberg'). Los personajes del filme, que se centra en la historia de amor entre un consagrado redactor (James D'Arcy) y una censora republicana (María Valverde), están basados en George Steer, el primer periodista que contó al mundo lo que había pasado. Y también en Hemingway, Robert Capa y Gerda Taro.  "Los dos bandos querían manipular la información. Es muy interesante verlo. También me parece apasionante observar cómo la guerra nos iguala a todos. Los vecinos de Gernika, los que pudieron, se resguardaron de las bombas en una especie de zulo. Y ahí, al lado de gente republicana, también estaban los que pensaban de otra manera".

Esa es un de las imagenes que está en el metraje. Y no hablamos de ficción. Está sacada de testimonios reales. El equipo de la película habló con supervivientes de la masacre, que les descubrieron lo que no está en los libros de Historia. Uno de ellos, por ejemplo, les narró cómo una mujer no podía ni caminar y se mantenía en pie sosteniendo la llave de su casa, reducida a escombros. "Creo que ya no hay tantos prejuicios contra el cine español. Pero habrá quien diga que estamos delante de otra película más de la guerra civil. Que sepan que no. El cine se divide en dos tipos: el bueno y el malo. Si un filme es bueno da igual que sea de la guerra o una comedia o un drama", sostiene Goenaga.

EN PANTALLA GRANDE

Además de desterrar prejucios, la actriz pide otra cosa más a los espectadores: que disfruten 'Gernika' (rodada con poderío visual en más de 20 localizaciones en Euskadi) en pantalla grande. "Es la mejor manera de entender cómo fue el bombardeo". Y, por último, que la vean (a ser posible) en versión original: inglés, euskera, castellano y alemán.