Balagueró vuelve a enfrentarse a los zombis en '[REC] 4'

Si en el 2007, cuando rodaron [REC], alguien les hubiera dicho a Jaume Balagueró y Paco Plaza que aquella película resultaría ser un éxito de dimensiones planetarias y el principio de una tetralogía, lo habrían tomado por loco. «Nuestra intención inicial fue  hacer una película con rapidez y por poco dinero, ni siquiera pensábamos que fuera a llegar a estrenarse», recuerda ahora Balagueró, que estos días se encuentra en Toronto presentando [REC] 4. En ella, el director abandona por completo la estrategia narrativa del metraje encontrado, que inicialmente dio a la saga su razón de ser. «No tenía sentido repetir la misma fórmula, porque eso habría sido tomar el pelo al público y guiarse solo por criterios comerciales».

La película funciona como secuela directa de [REC] 2. Se abre con una breve secuencia en el edificio de Barcelona donde transcurría la primera entrega, donde la reportera Ángela Vidal (Manuela Velasco) es evacuada del edificio, e inmediatamente después despierta desorientada en un barco, donde también permanece en cuarentena la única superviviente de los eventos relatados en [REC] 3. Pronto descubrirá que el carguero contiene en su bodega un laboratorio, en el que se llevan a cabo experimentos con el virus. Es, en pocas palabras, una premisa idónea para dar a los zombis una nueva oportunidad de causar estragos. «En [REC] 4 hay científicos locos, hay catástrofes naturales, hay monstruos, hay mucha acción y hay suspense, hay el tipo de atmósferas claustrofóbicas propias de las películas de submarinos…», explica Balagueró. «Hay de todo. Es un regalo final para los fans de la serie».