"Aznar es bromista"

Aran Aznar, la sobrina mayor y más díscola del expresidente José María Aznar, explicó la noche del viernes en 'Sálvame Deluxe' que su familia se tomaría mucho peor que votara a Izquierda Unida que se desnudara para la revista 'Interviú', cosa que hizo el lunes pasado a toda portada. Tras conocer la reacción que han tenido en casa al verla sin ropa, será mejor para ella que no se le ocurra mostrar nunca sus simpatías por el partido de Cayo Lara: su madre se enteró por televisión de la publicación de las fotos y la telefoneó llorando, y su famoso tío le ha retirado la palabra e intentó evitar que apareciera en el programa de Tele 5.

Esta mujer de 38 años, votante del PP con tres hijos de tres padres diferentes, respondió a todo lo que le preguntaron Jorge Javier Vázquez y su tropa de colaboradores. Aran (de Arancha), por ejemplo, contó que el expresidente, al que visitó en la Moncloa ("aquello es una pasada"), "se cuida un montón, hace deporte y come bien", es "monárquico", se queda "dormido con el puro en la boca" cuando va con una copa de más, acabó "muy triste, delgadísimo y sin poder dormir" tras su salida de la presidencia del Gobierno, es "muy chistero y bichero" (por lo visto, le encantan los chistes y los animales) y es "mucho más simpático y bromista que Ana Botella", su esposa.

De ella dijo que es una mujer "muy inteligente", la que se encarga de "organizar las misas en casa" y que "se cambia de peinado como de camisa". Aran desveló que cuando la nombraron alcaldesa de Madrid exigió a sus familiares que no le pidieran favores. Y de su prima Ana aseguró que "salió ganando" casándose con Alejandro Agag.

Ahora trabaja como relaciones públicas en una discoteca de Madrid. Pero lo ha pasado mal, y su abuela Elvira, la matriarca de un clan que no habla de política, sexo ni religión, le ayudó económicamente hasta que José María Aznar, que había sido testigo de su boda, ordenó a su madre que dejara de pasarle dinero a su sobrina. "Mi tío nunca me ha ayudado a encontrar trabajo", explicó sin acritud. De ahí que hiciera la portada de 'Interviú' por dinero.

Al acabar el programa, la alegría de saber que había sido 'trending topic' ("¡gracias Twitter!", soltó) le permitió encajar sin inmutarse el insulto que le dedicó Jimmy Giménez-Arnau ("cerebro de oveja"). Eso sí, admitió que su intervención no habría sido del gusto de su familia. "Se ha liado bastante gorda con la portada y ahora estarán tomando tila", comentó mientras aceptaba el reto de enfrentarse al polígrafo del programa creyendo que el enfado de los suyos durará poco. "Una ola pasa pero luego llega la calma". Pero, más que una ola, lo que afronta el clan Aznar es un auténtico tsunami.