De 'El descanso' al 'Tarajal'

Han regresado los Alcántara. Temporada número 18ª de Cuéntame (TVE-1). Parecen superadas las vicisitudes que han rodeado esta teleserie. Papeles de Panamá de alguno de sus protagonistas, incluidos. Han arrancado la historia situándose en la primavera de 1985. Aquellos eran tiempos esplendorosos para TVE. La voz en off del narrador nos decía: «El director general de RTVE, José María Calviño, ha comunicado que la audiencia media de La 1 pasa de los 23 millones de espectadores». ¡Ahh! Es un dato históricamente muy reconfortante, pero escuchado hoy se transforma en terrible. La audiencia media de TVE-1 en el 2016 ha sido del 10,1% de share. O sea que desde aquel glorioso 1985, de TVE han huido millones y millones de espectadores que han ido a buscar fiabilidad informativa, y entretenimiento, en otros paraísos televisivos. El gran suceso de este capítulo de Cuéntame ha sido la recreación de la bomba que estalló en el restaurante de la zona de Barajas El descanso. Fue el primer atentado yihadista de la historia del terrorismo en España. Hubo 18 muertos. La serie sitúa a los Alcántara allí. Se salvan in extremis porque no les dan mesa y se marchan dos minutos antes de que estalle el artefacto. Celebro que los guionistas recuperen el sentido primigenio de Cuéntame: intersectar a la familia Alcántara en los grandes sucesos, a veces cruentos, que conmovieron el país. Quedamos a la espera de ver cómo tocarán la controvertida campaña, y referéndum, sobre la permanencia de España en la OTAN de marzo de 1986. Y dado que Julia, la novia de Carlos Alcántara, trabaja en Bruselas para un potente lobi catalán, veremos si se atreven a intersectar también el tsunami político, económico, y jurídico, que produjo la quiebra de Banca Catalana, y las polémicas resoluciones y tejemanejes de noviembre de 1986.

TARAJAL .- Revivir el ataque de El descanso, aunque sea en clave de ficción, nos ha impactado. Pero menos que el documental, real, que Xavier Artigas, Xapo Ortega y Marc Serra han elaborado sobre los 15 muertos en la playa ceutí del Tarajal en febrero de 2014 (El 33). Seres humanos nadando en el mar, desesperadamente, y en la orilla las fuerzas del orden, en lugar de socorrerles, les dispararon balas de goma. Este trabajo televisivo es de una aplastante contundencia. Lo de El descanso fue un atentado. ¿Cómo hay que llamar a lo del Tarajal? Eran simples migrantes negros. ¡Ah! Entonces... ¡disimulemos!