LAS CLAVES DE UN CLÁSICO DE LA LITERATURA FANTÁSTICA Y JUVENIL

75 años con Tolkien

El complejo mundo que se abrió con 'El hobbit' nunca ha dejado de tener lectores

ANNA ABELLA / ERNEST ALÓS / Barcelona

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Las predicciones son peligrosas, pero es muy posible que 'El hobbit' se convierta en un clásico". Lo dijo C.S. Lewis, en 1937, en el Times Literary Supplement y, al margen de que fuera amigo y colega del autor del libroJ. R. R. Tolkien, el padre de 'Narnia' acertó. Las siguientes claves intentan explicar por qué ha pervivido y cuál ha sido el legado de toda la obra de Tolkien hasta el boom generado por la película de Peter Jackson.

EL CINE / Antes y después de Peter Jackson

El cine ha sido un inestimable empujón para la literatura porque "la gente que ve las películas y no le ha leído siente interés en hacerlo", constata José López Jara, editor de Minotauro, el sello que publica a Tolkien en España. "Cuando la película calentaba motores a primeros de año y salió el primer tráiler, solo en enero ya vendimos más ejemplares de la edición de bolsillo de 'El hobbit' que en todo el 2011 -revela López Jara-. Y desde septiembre, con el 75º aniversario y la cercanía del estreno, se ha notado en las ventas hasta el punto de que los 3.500 ejemplares de la edición especial limitada están prácticamente agotados". Desde el 2001 la editorial ha vendido tres millones y medio de libros de Tolkien.

El profesor de literatura inglesa de la Universidad de Granada Eduardo Segura, autor de una tesis doctoral sobre Tolkien y asesor de la serie de películas, admite que "el cine ha hecho mucho por hacer llegar la obra de Tolkien a nuevos públicos" pero, al mismo tiempo, cree que "ha banalizado su contenido". Según el ala académica del tolkienismo, "Jackson ha rebajado la energía de la Tierra Media y ha convertido 'El señor de los anillos' en una especie de historia de aventuras, como si Tolkien no diera para mucho más". Aun así, David Brawn, editor de Tolkien en la británica Harper Collins, no tiene dudas: "En manos de Peter Jackson 'El hobbit' será un éxito".

Cada entrega de El señor de los anillos rondó los siete millones de espectadores en España, donde la trilogía recaudó 94 millones de euros (3.000 en todo el mundo). Para comparar, el Harry Potter más taquillero, el primero, fue visto por 6,3 millones de personas y Avatar por 9,2. Otro medios han contribuido a alimentar el fenómeno, en círculos más restringidos, a veces en pleno territorio friki (juegos de rol, de mesa, de cartas y de miniaturas), y en el de los videojuegos, incluyendo hasta las versiones infantiles franquiciadas por Lego.

EL 'BOOM' DE LOS 60 Y 70 / Libro de cabecera del 'hippismo'

Sin embargo, 'El hobbit' y 'El señor de los anillos' ya eran clásicos antes de la llegada de Jackson (100 millones de tolkiens vendidos en 60 idiomas). En 1997, una encuesta entre los lectores de la mayor cadena de librerías del Reino Unido, Waterstone, encumbró la trilogía como mejor libro del siglo XX (con el consiguiente escándalo de la crítica literaria). Ya antes, El señor de los anillos se había alzado como uno de los libros de cabecera del hippismo en los años 60 y 70. El editor de Gigamesh Alejo Cuervo lo achaca al "elemento escapista y por la dialéctica entre el retorno a las raíces naturales y el avance de la sociedad que siempre ha existido en la tradición de la literatura fantástica". De hecho, una de las convicciones de Tolkien, reflejada en sus libros, era la defensa de la Inglaterra rural y la vida simple y natural (la Comarca de los hobbits) frente a la industrialización y la vida urbana.

"La trilogía encajó muy oportunamente entre una juventud revolucionaria que quería alejarse de los modelos de la sociedad y que también quiso hacerlo en literatura -opina López Jara-. Si los más exquisitos hablaban de Joyce y Virginia Woolf, ellos rompieron con la idea preconcebida de que la fantasía era un género juvenil y poco serio. No olvidemos que los primeros que compraron los derechos cinematográficos fueron los Beatles, aunque luego se olvidaron. McCartney quería ser Frodo; Harrison, Saruman; Lennon, Gollum, y Ringo, Sam".

Según el especialista en literatura fantástica Ricard Ruiz Garzón, los boom 'tolkenianos' "siempre han coincidido con momentos que presagiaban lucha, cambios, conflictos, contra una amenaza común ante la que la comunidad debía unirse, a diferencia del individualismo de los superhéroes o la fantasía heroica".

LA VIGENCIA / ¿Por qué ha llegado a ser un clásico?

Según Eduardo Segura, autor de una tesis doctoral sobre Tolkien, no es casual que las obras del escritor inglés hayan encontrado lectores en unos tiempos en que otros clásicos como los de Homero los han perdido. "El elemento distintivo que lo ha hecho más permanente es el carácter mítico de su obra, que haya modernizado y hecho asequible el contenido de clásicos como Homero o Hesíodo: la ética del deber, el deseo de llevar a cabo hazañas que sean dignas de una canción, a través de historias que se desvelan paulatinamente como un espejo antropológico".

David Brawn coincide en que todo este trasfondo le ha dado un peso especial incluso a su obra más infantil: "'El Hobbit' sigue vigente -opina- porque contiene grandes ideas sobre religión, política, sexo... pero lo narra con un estilo fácil y las barniza con cosas que pueden interesar a los niños, como la comida, la aventura, la camaradería... Son emociones universales y permanecen en el niño que vive en cada adulto, por eso apela a todas las edades".

Lo mismo opina José López Jara: "Creo que una de las cosas que lo diferencian de otros autores de fantasía es que se la tomó más en serio y le dedicó mucho más tiempo a crear su mundo. Lo que le da la dimensión de clásico es que habla de grandes temas".

LOS SEGUIDORES / Una fantasía que creó escuela

Otro de los motivos que explica la permanencia de la obra de Tolkien a lo largo de varias décadas es que no fuera un fenómeno aislado, sino que quedó como la piedra fundacional de todo un género literario, una referencia para autores y lectores de varias generaciones. Sin Tolkien, por ejemplo, Ursula K. Le Guinn no hubiese dado el paso de la ciencia ficción a la creación de su reino de Terramar. "Pero de lo que ha venido después el problema han sido los clones, las copias que se quedaban en la superficie, en la épica de la lucha del bien y del mal, con un uso abusivo de la magia y con muy poca originalidad", lamenta Cuervo.

Segura va más allá: para él, Tolkien no fundó un género "porque Tolkien no es literatura fantástica, a no ser que Homero también lo sea; la escuela que él creó para muchos ha sido meramente ornamental, la mala comprensión del fondo del problema lo ha convertido en un fenómeno comercial". "Hubo copias tan patéticas que no hicieron daño al prestigio de Tolkien, al contrario, pero sí al naciente mercado editorial del género fantástico -añade Cuervo-. Hemos tardado mucho en recuperarnos y en gran parte ese es el mérito de George R. R. Martin".

EL TRASFONDO / Lenguas, las sagas, historia, religión...

Aunque el elemento de la aventura es el que ha atrapado a muchos de sus lectores y el que monopoliza las adaptaciones al cine, los libros de Tolkien están llenos de capas que dificilísimas de adaptar al lenguaje audiovisual. Quizá los ecos de las eddas escandinavas y el Beowulf , o de la caída de Roma y Constantinopla, o el salvamento de la asediada Viena, o la reinvindicación de la Inglaterra rural, puedan ser identificadas por un espectador atento. Y alguien podría sospechar de unos prejuicios raciales que el propio autor refutó enérgicamente, igual que las alegorías sobre el nazismo, el stalinismo o la bomba H. Pero es difícil captar que todo ese edificio partió de un ejercicio de invención de idiomas de un notable filólogo y un católico conservador. «Tolkien decía que El señor de los anillos era un ensayo de estética lingüística sobre la muerte y la inmortalidad», recuerda Segura.

LOS LIBROS / Una auténtica fiebre editorial

La última prueba de la vigencia de Tolkien es la fiebre editorial de estas fechas. Minotauro ha puesto toda la carne en el asador. Solo la película ha generado cinco títulos: el álbum, la guía oficial, dos títulos para jóvenes y un volumen para coleccionistas (Crónicas. Arte y diseño , sobre los efectos especiales y el 3D). Además, packs con varios libros de Tolkien y la edición de lujo del 75º aniversario, El arte de 'El hobbit' (con todos los dibujos del propio Tolkien). Por su parte, Norma relanza una edición de lujo en cómic y La Magrana lo reedita en catalán.