Anne Perry: «En mis novelas siempre subyace una cuestión moral»

La autora británica participa en BCNegra tras publicar su novela 'Medianoche en Marble Arch'

La escritora británica Anne Perry, el pasado martes, frente a la Basílica del Pilar de Zaragoza.

La escritora británica Anne Perry, el pasado martes, frente a la Basílica del Pilar de Zaragoza.

ALICIA GRACIA / ZARAGOZA

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Anne Perry (Londres, 1938) asesinó a la madre de una amiga, en connivencia con esta cuando tenía 13 años. Cumplió su condena y desde entonces solo mata en sus intrigas novelescas y no quiere hablar de su pasado. La autora ha participado en el festival Aragón Negro y el viernes protagonizará uno de los actos de BCNegra. También presenta su última y muy victoriana novela 'Medianoche en Marble Arch' (Ediciones B).

-La comparan con Agatha Christie, ¿qué le parece?

 

-¿De verdad? Me sorprende porque somos muy diferentes. Ella orientaba mucho más su escritura hacia el argumento y yo le doy la importancia a los personajes. Pero me gustaría ser tan popular como ella.

-Usted también lo es...

 

-En España, en Estados Unidos y en Francia, pero no en Gran Bretaña.

-¿Por qué?

 

-Me gustaría creer que en España tenéis mejor gusto (ríe), pero no lo sé, sencillamente lo agradezco.

-¿Siempre quiso ser novelista?

 

-Siempre. Empecé a escribir pronto, pero me publicaron tarde. Sin embargo, antes de ponerte a decir algo debes vivirlo. Puedes tener una voz preciosa, pero si no tienes nada que decir...

-Se ha centrado en la novela negra, ¿no le apetece lanzarse a otros géneros?

-Estoy pensando en escribir una historia sobre la Inquisición en Aragón que tenga lugar en 1485. La idea surgió cuando yo vivía en Estados Unido, durante la guerra de Vietnam. Me di cuenta de que lo que hacía Estados Unidos era decirle a Vietnam lo que tenía que hacer. Me pareció que ese debe ser el principio de cómo pensaban los inquisidores. Lo difícil no es tener la libertad de estar de acuerdo, sino la de no estar de acuerdo.

-¿Cuáles son las razones interesantes por las que los personajes de sus novelas matan?

 

-Normalmente el asesinato se produce porque los personajes se encuentran en una situación en la que cualquiera de las opciones es mala. Por ejemplo, uno de mis personajes es una madre cuyo marido abusa sexualmente de su hijo de 14 años. La mujer lo puede denunciar pero no va a conseguir nada, teniendo en cuenta el contexto de la época victoriana. El punto de inflexión llega cuando ella comprende que el marido trata así a su hijo porque en su infancia él sufrió los mismos abusos de su padre. Se da cuenta de que no tiene otra salida y lo mata.

-Su vida también ha estado marcada por la tragedia. ¿Cómo recuerda su infancia?

 

-No quiero hablar de eso, ya he contestado bastante. ¡Pasó hace 60 años!

-El presente también es interesante, ¿cómo ve el cambio político que está viviendo Grecia?

 

-Es preocupante. Entiendo que es difícil pero cuando pides dinero prestado tienes que devolverlo. No conozco lo suficiente de la situación para saber cómo Grecia ha llegado hasta ese punto. Espero que la tendencia griega no se extienda, me importa mucho España y sería terrible.

-Usted es una persona muy religiosa. ¿Qué opinión le merecen los fanatismos?

 

-La libertad de expresión es necesaria y muy importante pero debes prever la responsabilidad a la que te enfrentas cuando la ejerces. Es como si gritas «fuego» en un teatro lleno de gente. No puedes decir que tenías derecho a hacerlo sin pensar los resultados de tus actos. Tu puedes tener derecho a llevar un arma pero los demás tienen derecho a que no les disparen.

-Ha vendido más de 25 millones de libros. ¿Cómo recibe los reconocimientos de sus lectores?

 

-Lo que más me importa es cuando me escriben para decirme que mi novela les han ayudado a pasar por momentos muy malos. Escribo novela negra, no libros religiosos, pero sin embargo, me escriben diciéndome que adoran el valor, el coraje y la forma de ser de mis personajes. Al final pones tu alma y tu fe en lo que escribes. En mis novelas siempre subyace una cuestión moral y eso es lo que importa.