Andy García: «Mi gran sueño es ver Cuba en libertad»

¿Qué hace un festival de cine como el de Locarno, que ondea la bandera del integrismo intelectual y programa películas procedentes del Tibet o Sri Lanka, concediendo premios a una estrella de Hollywood como Andy García? «La mayoría de los papeles de los que más me enorgullezco de haber interpretado pertenecen a películas que casi nadie ha visto, así que me siento un artista tan independiente como el que más», aseguraba este viernes el actor en el certamen suizo, horas antes de recoger su galardón honorífico.

Y es cierto que parece menos interesado en recordar sus celebrados trabajos a las órdenes de Francis Ford Coppola -El padrino III-, Ridley Scott -Black rain- o Steven Soderbergh -Ocean's eleven y sus secuelas- que hacerlo de su segunda película como director, Hemingway & Fuentes, aproximación a la figura del autor de Por quién doblan las campanas que lleva 5 años tratando de hacer realidad. En su debut tras la cámara, La ciudad perdida, invirtió 16 años. «Mi padre solía decirme: nunca des un paso atrás. Y esa ha sido siempre mi filosofía vital. Los obstáculos no me asustan».

En todo caso, se toma la falta de apoyos recibidos con deportividad. «No es que Hollywood la tenga tomada conmigo, sino simplemente que los estudios ya no están interesados en la creatividad. Todo ha ido a peor allí. Estoy seguro de que Los intocables de Eliot Ness, la película que me dio a conocer hace 30 años, hoy no encontraría financiación».

Desde entonces la carrera de García ha estado llena de altibajos, pero en todo caso él asegura mantener intacto el entusiasmo que sintió cuando, tras dejar el baloncesto en el instituto al comprender que era demasiado bajo y jamás llegaría a machacar la canasta, ingresó en la escuela de arte dramático. «Sigo siendo un romántico y un idealista, y por eso creo que los sueños pueden cumplirse. Muchos de los que tenía entonces lo hicieron, pero sigo soñando. Y hoy día mi gran sueño es ver Cuba en libertad».

Cualquier conversación del actor con la prensa se convierte en un análisis de las relaciones entre su país materno -abandonó la isla con sus padres cuando tenía 5 años- y su país de adopción. Y Andy García está furioso con el reciente acercamiento del Gobierno de Barack Obama a la Cuba de los Castro. «La revolución cubana prometía elecciones y pluralismo democrático, y aún estamos esperando. Cualquier ayuda que se dé al régimen castrista solo va a fortalecer a ese gobierno y por tanto a traer más represión. Relajando el embargo, Estados Unidos perpetúa a los Castro».