Andrés Vázquez de Sola, un Gat Perich merecido

Los organizadores del premio Gat Perich están convencidos de que Jaume Perich (1941-1995), esté donde esté, algo hace para que siempre, siempre, luzca el sol el día de la entrega del galardón que lleva su nombre. Pasa desde su instauración, en 1996. Este sábado no ha sido una excepción. Un sol radiante ha acompañado a los laureados y su cortejo en el tradicional paseo en golondrina antes del ágape y la ceremonia. Ahí estaban todos: el protagonista del día, Andrés Vázquez de Sola,Andrés Vázquez de Sola y muchos de sus compañeros de profesión, como Fer, Kim, Pedro Espinosa y Pepe Farruqo, entre otros. Además del equipo de 'Polònia', programa también distinguido por los galardones.

En el trayecto marítimo solo ha faltado uno que nunca falla: el periodista Josep Maria Cadena. El articulista lo tenía anotado en la agenda, pero se ha despistado. Hubo que llamarlo, pues este no era año en el que faltar. Ya que ha habido sorpresa con su nombre: un premio homenaje por su lealtad a la cita y a su amigo, el desaparecido Jaume Perich. Cadena, emocionado, ha sido el último en recoger el galardón. Antes han pasado por el escenario los responsables de 'Polònia': Toni Soler, que se ha saltado la navegación por motivos de agenda, Jaume Boixó y Queco Novell. El programa lleva ya 10 años tratando en TV-3 desde el humor y la sátira cuestiones relacionadas con la política del país, así que el premio ha sido aplaudido.    

LEYENDA VIVA

Y por supuesto estaba y ha sido ovacionado, el premio Gat Perich 2016 Andrés Vázquez de Sola. Una leyenda viva del humor gráfico que toca todas las teclas: viñetista, escritor, pintor, dibujante y maestro de la caricatura. Vázquez de Sola (Cádiz, 1927) lleva toda la vida dedicada al lápiz. Empezó en el diario 'Patria',  con 30 años era un dibujante de éxito en el diario 'Madrid' y hacía caricaturas en directo de famosos en un programa de TVE. Fue así hasta que tuvo que huir del franquismo, en 1959, y se fue a Francia, donde triunfó. Se consagró en el diario satírico 'Le Canard Enchaîné', colaboró en 'Le Monde' y 'L'Humanité', recibió premios y trabó amistad con Picasso, Alberti, García Márquez y Blas de Otero. A la muerte de Franco volvió y no dejó de pintar, exponer y publicar.

Ha recogido el premio contento, no en vano el galardón reconoce a los profesionales del humor. Y él lo es.