CONCIERTO EN LA [2]

Anari, canción con peso

La cantautora guipuzcoana expone su intenso repertorio en el ciclo 'Euskal Herria sona'

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JORDI BIANCIOTTO / BARCELONA

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Las canciones de Anari te van envolviendo con sutileza y severidad a través de ‘tempos’ apaisados y ciclos melódicos que van calando poco a poco dejando a su paso cargas de profundidad. Como en ‘Zure aurrekari penalak’, el quinto disco en 18 años de la cantante y guitarrista de Azkoitia (Guipúzcoa), que lo muestra este sábado en La [2] de Apolo (21.00 horas) dentro del ciclo ‘Euskal Herria sona’. "Si existe la canción ligera, yo intento buscar su antónimo, la canción pesada en el buen sentido del término: que pesen la letra y la instrumentación", explica a este diario.

Anari es Anari Alberdi, pero también es el nombre del grupo. "Responde a la realidad, porque hay un sonido de banda que llevamos muchos años trabajando", precisa la cantautora, que ve "tres líneas de canciones" en su repertorio. "Las que siguen una rueda que es todo el rato igual y va cargándose de peso e intensidad; las que son como un vals, de ritmo tres por cuatro, y las más cuadradas y rock. A veces tengo la sensación de estar haciendo la misma canción durante años. Es un perfeccionamiento, un limar, limar, hasta que…", explica Anari dejando la última frase en suspenso.

JUGAR CON LA POLISEMIA

‘Zure aurrekari penalak’ significa ‘Tus antecedentes penales’, título que juega con la idea de las penas, el bagaje existencial, que uno va arrastrando y que, en sus canciones, tiene más aspecto de carga que de experiencia beneficiosa. Pero hay dos cosas que Anari dice detestar: "el drama y la melancolía". Las palabras en las que pone el acento son "peso" y "grave". Y en ese enunciado del disco hay un ejercicio literario que luego desarrolla en las canciones. "Jugar con la polisemia, tomando conceptos que vemos en la primera parte de los diarios, en las secciones de política o economía, y aplicarlos a la segunda, la de la cultura. Hay términos fríos que hemos utilizado mucho y que si los pones en otro concepto tienen otro sentido", explica. ¿Por ejemplo? "Vivir por encima de tus posibilidades: es una idea muy poética, podría ser el título de una novela o una película y te sugeriría otra cosa".

Dice disponer de "un método, o antimétodo", que le lleva a afrontar sus discos cargada de canciones, "con una hoja escrita por los dos lados, en todas las direcciones y huecos", y donde la dificultad se encuentra en "decidir qué borrar". Un modo operativo sin urgencias. "Yo me cojo el tiempo, o el tiempo me coge a mí, y pasan unos cinco años de disco a disco", reflexiona. En el nuevo, como en 'Irla izan' (2009), tiene un papel relevante el piano de Joaquín Pascual (Mercromina), "que a veces pone el esbozo de la canción entera". Anari dice sentirse contenta con su ritmo de conciertos aunque la mayoría se circunscriban a las tierras vascohablantes. ¿Y la proyección española? "No hay mucha, la verdad. Desde el principio, gracias a ‘Rockdelux’ y sus lectores, hemos llegado a sitios a los que no habríamos llegado. No diría lo mismo de Radio 3: no están acostumbrados a poner música en euskera, catalán o gallego. Pero, vamos, prefiero disfrutar con lo que tengo. Sin rencor". 

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