Amazon y Hachette cierran su guerra por los precios del libro electrónico

El cuarto grupo editorial del mundo, Hachette, y el gigante del comercio electrónico Amazon han comunicado hoy que han llegado a un acuerdo sobre la venta de libros impresos y digitales en la librería 'online'. Ambas partes han mantenido un agrio pleito durante los últimos meses sobre el reparto de beneficios de las ventas en la red y la capacidad del vendedor de forzar precios de venta al público más bajos que los deseados por el editor. En este conflicto, Amazon ha tomado medidas de boicot de los títulos publicados por Hachette que han suscitado serias preocupaciones en el mundo de la edición, y Hachette ha replicado con el apoyo de grandes autores alertando de los peligros del monopolio de Amazon.

El consejero delegado de Hachette, Michael Pietsch, ha manifestado que el nuevo contrato plurianual, que entrará en vigor a principios del 2015, respeta el principio de que es el editor quien decide cuál es el precio de venta de sus productos. Se trata del modelo 'de agente', en que editor y vendedor negocian solo qué porcentaje de este precio fijado les corresponde a cada uno de ellos y al autor.

Los grandes editores aprovecharon la entrada de Apple en el mercado del libro electrónico, con el lanzamiento del iPad, para implantar estas reglas de juego en lugar del hasta entonces vigente 'modelo de mayorista', en el que el editor vende al librero el libro a un precio de mayorista y es este quien decide libremente el precio de venta al público (incluyendo la posibilidad, utilizada por Amazon para ganar su gigantesca cuota de mercado, de renunciar a su margen comercial para derribar precios hasta unos niveles insoportables por la competencia).

Amazon se plegó en primera instancia ante el acuerdo de los editores y de Apple para establecer el 'modelo de agente', que supuso el incremento del precio que deseaban editores y autores (la cuota de mercado de Amazon bajó del 90% al 67% y los precios subieron un 18%) pero contraatacó volcándose en el libro autoeditado a bajo precio y apadrinando entre bastidores una batalla legal que ganó el pasado mes de julio por goleada, con la sentencia que consideraba que el acuerdo violaba la libre competencia. Acto seguido, lanzó la ofensiva contra Hachette. 

Términos sin desvelar

David Naggar, vicepresidente de Kindle, la librería electrónica de Amazon, ha añadido por su parte en un comunicado que el acuerdo "incluye incentivos financieros específicos para que Hachette pueda establecer precios más bajos". Amazon ha argumentado que una política de precios bajos (fijando los 9,99 dólares como máximo) incrementaría el números de ventas hasta el punto de que los autores acabarían ingresando más que con precios más altos. Frente a este argumento, autores, agentes y editores han expresado sus dudas sobre estos cálculos y, sobre todo, han manifestado su temor de que la posición de dominio de Amazon pueda romper todo el ecosistema del libro barriendo del mercado a librerías y editores.

Uno de los puntos claves de esta tensa negociación ha sido el establecimiento del porcentaje del precio de venta que corresponde a editor y librero. Amazon difundió el esquema de reparto que proponía (cosa que no ha hecho Hachette) pero ambas partes se han cuidado mucho de explicitar cuál ha sido el resultado final de la negociación en este aspecto. La multinacional fundada por Jeff Beszos había propuesto reducir el precio más habitual de una novedad en EEUU en formato de ebook a 9,99 dólares (7,45 euros), salvo casos muy especiales, repartiendo el importe de la venta de la siguiente manera: el 35% para el autor, el 35% para el editor y el 30% para Amazon. Esta empresa destacó el incremento del porcentaje del autor del 25% actual al 35%.

Según el comunicado, "un objetivo clave es bajar los precios de los libros electrónicos", teniendo en cuenta que los libros compiten "contra los juegos móviles, la tele, las películas, Facebook, los blogs, los sitios de información gratuita y más". Según la compañía, el precio al que se venden muchos títulos, de entre 14,99 y 19,99 dólares (de 11,18 a 14,91 euros), es "injustificadamente alto".