CRÓNICA DE CONCIERTO

Un trono para Alberto Cortez

El convaleciente cantautor argentino, sentado en un sillón rojo, reinó en su regreso a Barcelona con su repertorio clásico

Concierto del cantante Alberto Cortez en la Sala Barts.

Concierto del cantante Alberto Cortez en la Sala Barts. / periodico

JOSEP GARCIA / BARCELONA

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Ante un público entregado desde que se alzó el telón, Alberto Cortez reapareció en Barcelona, en la sala Barts, después de tres largos años de ausencia. Y lo hizo sentado en un cómodo sillón de color rojo (y necesitado de ayuda cada vez que quería ponerse en pie y saludar), convaleciente aún de los problemas en las piernas y la cadera que le han mantenido apartado de los escenarios durante demasiado tiempo.

Sus problemas de movilidad eran evidentes, pero no han afectado a su voz, que se mantiene potente y llena de matices a sus 76 años, como se demostró holgadamente a lo largo de la actuación, enmarcada en una gira llamada 'El regreso' que lo llevará a numerosas ciudades españolas así como a Italia, México, Ecuador y Estados Unidos.

EN PRESENCIA DE SERRAT

Acompañado tan solo por el magnífico pianista Fernando Badía, el cantautor argentino rememoró los más celebrados éxitos de su dilatada carrera, como 'El abuelo', 'Callejero', 'Mi árbol y yo', 'Castillos en el aire', 'En un rincón del alma' o 'Las nanas de la cebolla', ante la presencia en uno de los palcos de Joan Manuel Serrat y su esposa Candela.

Galardonado en diciembre del pasado año con la Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes (distinción que aún no ha recibido porque el Gobierno está en funciones), Cortez desgranó canciones, anécdotas y poemas, finalizando la actuación visiblemente emocionado por la ovación de los asistentes puestos en pie, con el tema 'Cuando un amigo se va', cuyas últimas estrofas interpretó, como solía hacer antaño, a capella.  

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