Alba Guerrero, una voz flamenca con cátedra

La cantaora e investigadora del cante presenta el disco 'Seda y esparto' en El Molino

MARTA CERVERA / BARCELONA

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La personalidad sabia, inquieta y sensible de Alba Guerrero se refleja en el primer disco de esta cantaora onubense afincada en Barcelona, 'Seda y esparto' (Taller de Músics), que presenta el martes en El Molino. En éI toca muchos palos, desde los sonidos más jondos, que resuenan en 'Esparto' (una soleá que interpretó en el estudio de EL PERIÓDICO para Música Directa), hasta los más sedosos y delicados, como en la milonga 'Cayó una perla en un lirio', en la que hace suyo el falsete del intérprete original, Pepe Marchena.

"A mí en el cante me gustan todos los tipos de voz. Tanto las finas, como las de Marchena, Valderrama y Rocío Márquez, como el cante más oscuro de Chocolate, el Tio Borrico, Juan Talega o Mairena. Disfruto con los extremos y también con todo lo que hay en medio". De ahí que no sorprenda que incluya, como cierre del álbum, 'Los luceros', una taranta que canta en homenaje a Fernanda de Utrera.

ROCÍO MÁRQUEZ COMO ALIADA

Guerrero presentará el disco en directo junto a los guitarristas Alberto Fernández y Paco Garfia, el percusionista David Domínguez y los palmeros Sergio Quesada y Lucas Balbo. Además, la puesta de largo contará con la colaboración especial de Rocío Márquez. La joven cantaora ha contribuido a financiar el disco de Guerrero a través de Verkami. "Su apoyo significa mucho para mí y no me refiero solo a su aportación económica", confiesa la artista. "Aprecio mucho el compañerismo y la solidaridad, porque en esta profesión se dan muchos codazos".

Guerrero compagina su debut en solitario en el mercado discográfico con una investigación sobre la técnica vocal en el cante, con sus clases en el Taller de Músics, la Esmuc y las que imparte sobre cante en la Cátedra Flamenca del Conservatorio Superior de Córdoba. Pero necesitaba un disco para avalar su tesis. "A la larga mi objetivo final es desarrollar un método para enseñar a cantar, porque son muchos los aspectos a tratar: la técnica, la articulación, la respiración, el apoyo y los adornos vocales", afirma. 

EVOLUCIÓN

Nada tiene que ver este álbum con su primera investigación sobre la polifonía flamenca, un trabajo pionero que presentó en el Festival Ciutat Flamenco de Barcelona. En este disco solo hay una pieza de ese estilo, el resto se mantiene fiel a la tradición. "Al ser el primero, me apetecía hacer algo clásico. Primero hay que poner la base y después peinarse". La mayoría son cantes tradicionales con letra popular, como 'Esparto', aunque luego, en directo, les cambia la letra. "Si no cambio los temas me aburro. Me gusta arriesgar, aunque eso vaya en mi contra. Siempre es más fácil cantar algo que te sale redondo, pero a mí no me va. Me niego a cantar siempre igual".    

Aparte de 'Luz', una preciosa bulería con letra suya, y de la 'Polifonía jonda', un tema basado en una malagueña que ya cantaba Chacón y que ella ha arreglado, todos los cantes son clásicos. "Algunos de ellos me han acompañado toda la vida. Otros están porque les tengo mucho cariño como la serrana", dice en referencia a un cante al que ha recurrido en 'Manuela', una pieza dedicada a su hija de tres años. Espera que su niña crezca, las cosas en el flamenco sean distintas. "Las mujeres estamos muy encasilladas. Cuando digo que me dedico al flamenco, ¡todo el mundo asume que bailo!".