Armonías a compás

Alba Guerrero, profesora del Taller de Músics y de la Esmuc, y cantaora asidua de la sala Tarantos, lleva años «investigando sobre las posibilidades de la voz en el flamenco». Explica que ya se lanzó a cantar «una petenera a cinco voces» en el 2010. Que ha experimentado con formaciones «de gospel y también de jazz». Y que se siente especialmente orgullosa de su nuevo proyecto, el grupo y espectáculo Polifonía Jonda, con el que hoy debuta en el Mercat de les Flors. Es uno de los muchos reclamos del ahora bautizado festival Ciutat Flamenco (antes conocido como Ciutat Vella).

Esta onubense afincada en Barcelona lleva tiempo fundiendo referentes y conocimientos para ir fraguando un estilo propio que comparte e imparte con dos de sus alumnas, Ana Colom y Cristina López. Y que recrea también con el cantautor y guitarrista Carles Dènia. «¿Mi trayectoria?, buff, no se puede resumir --admite el único chico del grupo--. Estudié guitarra de jazz en el conservatorio de La Haya (Holanda), me dedico al cante flamenco y al cant d'estil valenciano, y acabo de ganar el premio Enderrock al mejor disco por El paradís de les paraules», aclara.

VARIEDAD DE PALOS

El espectáculo, adelanta Guerrero, contiene «una variedad importante de palos. Y lo diferente y novedoso --añade-- es el tratamiento polifónico que le damos: estas voces cantando melodías flamencas tradicionales es algo que creo que no se había hecho antes». En la memoria está la gesta de Enrique Morente y su montaje con las Voces búlgaras. «Sí, pero quiero incidir en el hecho de que a la hora de elegir a las voces del equipo pensé en cantaores que pudieran cantar flamenco por soleá, bulerías, etcétera, y a la vez entender y leer un arreglo polifónico. Y esto es algo muy difícil».