Akin: vivimos una guerra globalizada y eso se refleja en "In the fade"

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Alicia García de Francisco

El realizador alemán de origen turco Fatih Akin llevó hoy el terrorismo al Festival de Cannes con "In the fade", una película muy bien recibida, en la que muestra, a través de la historia de una mujer, la "guerra globalizada" en la que vivimos.

"Mis filmes reflejan lo que pasa en el mundo y estamos rodeados de guerra", afirmó en una rueda de prensa Akin, que consideró que, como cineasta, tiene que "expresarlo y compartirlo".

Por eso en "In the fade" el punto de partida es un atentado terrorista cometido por neonazis en un barrio turco de la ciudad alemana de Hamburgo, en el que mueren el marido y el hijo de Katja, a la que interpreta de forma brillante Diane Kruger.

Aunque en realidad la película es sobre la familia, sobre la reacción de esta mujer alemana ante la muerte de su marido e hijo por motivos racistas y el desamparo en que se encuentra frente a una justicia que no trata por igual a todos los ciudadanos.

Una historia que Akin empezó a escribir para contar las acciones del grupúsculo Clandestinidad Nacionalsocialista (NSU), una célula integrada por tres neonazis que durante diez años asesinaron impunemente a nueve inmigrantes y una policía en Alemania.

"Durante diez años, la policía, la sociedad y la prensa creyeron que los asesinos eran mafiosos turcos, así que en realidad las víctimas fueron asesinadas dos veces", señaló el director.

La rabia por esta situación le llevó a escribir -"pensé en las víctimas, yo podría haber sido una de ellas", resaltó-. Ya se habían producido atentados como el de la sala Bataclán (París), el de Niza o el de Estambul. "Ahora ha sido el de Manchester (...) es una guerra en todo el mundo", dijo Akin.

Pero una vez que empezó a desarrollar el guión, la historia fue girando hacia la familia, hacia los sentimientos de la protagonista. La venganza dejó entonces de tener tanta importancia -aunque está muy presente en la película-, explicó Akin, para quien en la historia es esencial "la confrontación entre la Justicia estatal y la justicia de los individuos".

"Es una historia sobre la gente que se queda, sobre cómo sobrevivir a una injusticia así", señaló por su parte Kruger, que sin embargo reconoció que se sintió atraída en un primer momento por el lado político del filme.

Como "ser humano" a la actriz le preocupa el terrorismo. "He pasado días sin dormir debido a lo que pasa no solo en Manchester sino en todo el mundo".

Pero luego se dio cuenta de que era un filme sobre una madre, sobre el sufrimiento, y que le plantea al espectador una cuestión muy simple: "¿Qué harías tú en esta situación?".

Porque Katja es una mujer normal, no una asesina. Alguien que sufre una pérdida terrible y que se enfrenta a ella como puede. No es un filme que apoye o critique la actitud de la protagonista.

"En mi corazón soy cada Katja que ha perdido un hijo", afirmó la actriz, que no quiso teorizar sobre qué hubiera hecho ella en su situación, como tampoco el director: "No sé lo que haría yo y espero no vivirlo nunca".

Como padre, explicó, solo el hecho de escribir sobre un atentado en el que muere un niño, le hizo tener pesadillas. Y resaltó que en la película la violencia viene de neonazis pero podría haber sido cualquier otro tipo de terrorismo.

"Vivimos en un mundo globalizado, esa es la realidad, y este mundo globalizado da miedo a mucha gente", porque el progreso se ve empañado por muchos problemas, desde el terrorismo a la brutalidad de la economía", explicó el realizador.

Pero se mostró optimista aunque a largo plazo: "Creo que entender la globalización y no tener miedo por ella nos va a llevar mucho tiempo, quizás sean mis nietos los que lo vean".

De momento se contenta con poder mostrar la actualidad con su cine -"tengo el regalo de hacer lo que hago"- y de tener plataformas como Cannes para lanzar películas como "In the fade", con la que tratará de lograr una Palma de Oro que se le resistió en su anterior visita al festival, hace diez años, con "Al otro lado".