Aki Kaurismäki: «Ahora soy más optimista; mi muerte está más cerca»

El prestigioso cineasta finlandés visita la Filmoteca, que le dedica una retrospectiva, junto a un homenaje a su amigo y biógrafo, Peter von Bagh

El director de cine finlandés Aki Kaurismäki, ayer en Barcelona.

El director de cine finlandés Aki Kaurismäki, ayer en Barcelona.

IMMA FERNÁNDEZ / BARCELONA

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El prestigioso director de cine finlandés visitó ayer Barcelona invitado por la Filmoteca de Catalunya, que le dedica el primer gran ciclo del año además de rescatar la filmografía de su amigo y biógrafo, Peter van Bogh, fallecido en septiembre. Aki Kaurismäki llega desde su refugio en el norte de Portugal, donde reside desde hace más de dos décadas, cargando con la etiqueta de «tipo peculiar». El peculiar maestro destila una ironía y humor negro tan fantásticos como sus películas. Eso sí, antes de entrar a matar en la conversación, regada de sentencias lapidarias, necesita un trago. «Esto es agua de Barcelona», resuelve, whisky en mano. La jarra de cerveza vendrá media hora después.

-Hace unos años reveló su intención de rodar su nueva película en España. ¿Dónde, cuándo y sobre qué?

-Bueno, no será realmente en España, sino en Galicia. Los catalanes no son los únicos que quieren separarse de España. Y no sé de qué tratará porque si lo supiera ya la habría rodado. Lo que sí sé es que odio la manera de hacer películas en Francia. Vas al set y te pasas el día dando besos a todos. En el desayuno, en la comida... ¡pero cuándo rodamos! Nosotros también queremos a la gente, pero no lo mostramos todo el tiempo.

-Dijo que cuanto más pesimista era, más optimistas le salían las películas. ¿Cómo anda de ánimos? ¿Hemos aprendido algo de la crisis?

-Estoy optimista porque mi muerte está más cerca. La humanidad no aprende. No hay futuro para los hijos, los nietos... si esto sigue igual. Depende de los jóvenes. Solo si las madres detienen la avaricia de la globalización puede haber futuro.

-Y para el cine, ¿hay futuro?

-La digitalización lo está asesinando. Para mí hay tres tipos de cine: el artístico de mierda, el comercial de mierda y el cine, que consiste en contar historias. Antes el realizador editaba en su cabeza porque el material era muy caro, ahora pueden filmar cualquier cosa y los directores editan miles de horas de mierda. El viejo cine está muerto. Después de Buñuel no quedó mucho; luego murió Bresson y aquí estamos, huérfanos. Por suerte, está Víctor Erice. Y Jim Jarmusch aún anda por ahí.

-¿Y Almodóvar?

-Trabaja demasiado.

-¿Buñuel es un referente?

-Hay muchos directores, pero para mí solo dos absolutos maestros: Buñuel y Ozu. Porque entendieron cómo debía ser el cine y lo hicieron diferente. Nunca hay que hacer lo obvio. Para una historia feliz de chico encuentra chica, pon un blues; para el divorcio, jazz. De otra forma, es Hollywood o el suicidio.

-¿Sigue sin ir al cine?

-La última vez fue en 1986. Vi La mujer del aviador, de Eric Rohmer, y mi mujer me preguntó si era necesario verla. Realmente no, le dije. Y nunca más fui. Antes veía tres películas al día, desde entonces solo en DVD. Tampoco veo series. No tengo televisión. Ahora estoy viendo la historia del cine, películas de 1910. Son mejores. Cuando vuelvo a Chaplin, sus filmes son tan buenos que no tengo razones para ver los nuevos. O Buster Keaton, O John Ford y Howard Hawks. Con estos había rivalidad. Yo prefería a Hawks y me odiaban por ello; los otros preferían a Ford. Es como ser del Barça o del Real Madrid.

-¿Ronaldo o Messi?

-Soy portugués, pero prefiero a Messi. Es más inteligente y juega mejor. Ronaldo aprovecha las oportunidades, Messi busca la manera de hacer el gol más bonito. Cuando quiere hacer algo, nadie se lo puede impedir, tiene una velocidad...

-¿Por qué se fue a Portugal y qué le queda de su Finlandia natal?

-Marché del frío. Lisboa era el vuelo directo más lejos desde Finlandia.  No puedo desligarme de mi país porque lo llevo en mi corazón.

-El Papa condenó los atentados de Charlie Hebdo, pero recalcó que no hay que insultar las creencias. ¿Debe haber límites incluso en el arte?

-Si el arte tiene límites deja de ser arte. Pero por otra parte, si la religión del islam tiene totalmente prohibido mostrar cualquier imagen de Mahoma, por qué los bastardos occidentales tienen que mostrarla. Entiendo la cólera pero no entiendo la reacción. Soy ateo y no me importa  Alá, ni Dios... Me gustan los seres humanos, los árboles, los animales. Y odio cualquier tipo de odio, excepto entre amigos. Siempre pienso que solo se puede odiar a un amigo, por un momento. Luego, te tomas una cerveza, si no está prohibida, y vuelves a quererlo.