ACTUACIÓN EN BCN

Agnes Obel, a favor del misterio

La compositora pop danesa visita la sala Barts para presentar 'Citizen of glass', disco esquivo y tenso sobre la falta de intimidad moderna

La compositora pop danesa Agnes Obel.

La compositora pop danesa Agnes Obel. / periodico

JUAN MANUEL FREIRE / BARCELONA

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Probablemente haya escuchado a <strong>Agnes Obel</strong>, aunque no lo crea. Sobre todo si es usted aficionado a las series: sus canciones de pop de cámara han sonado en toda clase de producciones, desde la cruda 'The leftovers' hasta la mullida 'Anatomía de Grey'. El instrumental para piano 'September song' se convirtió en leitmotiv del personaje de Reese Witherspoon en 'Big little lies'. Por otro lado, David Lynch remezcló 'Fuel to fire', así que no les extrañe ver a Obel por el Bang Bang Bar de 'Twin Peaks' en las próximas semanas.

Las canciones de 'Citizen of glass', su tercer disco, quizá lo tengan más difícil para entrar en tantas bandas sonoras. Pueden ser cortantes como el cristal del título. "Todo aquí es cristal, de las letras a la música a la portada", nos explica la artista danesa unos días antes de su actuación en el marco del Guitar BCN 2017 (sala Barts, jueves, 21.00 h.). "Por algún motivo, me obsesioné con la expresión alemana 'gläserner mensch', es decir, el ciudadano de cristal. Tiene que ver con la dificultad de la privacidad en días de vigilancia de masas. Como estamos hechos de cristal se puede ver en nuestro interior". 

Todo aquí es cristal, incluyendo la música. El cristal es peligroso (¿quién no se ha cortado con él?) y el sonido de este disco debía serlo también. Si antaño se había basado en piano y chelo, Obel necesitaba ahora instrumentos de sonido menos obviamente bonito: "Me puse a buscar instrumentos raros. Busqué 'online' y visité museos. Al final encontré un buen aliado en el trautonium [un sintetizador analógico de los años 20], que, mezclado con las cuerdas, da como resultado una sonoridad inquietante".

Este instrumento fue el buen aliado de Oskar Sala cuando creó la extraña música de 'Los pájaros' para Alfred Hitchcock. Con él creó los sonidos de pájaro, los portazos temerosos. Obel reconoce otras influencias en música de cine, como "Alfred Schnittke y, sobre todo, Ennio Morricone, del que puedo comprarme bandas sonoras sin haber oído nada antes ni tener ni idea de la película en cuestión".

Si este disco de Obel fuera una banda sonora, ¿de qué película sería? "Es una banda sonora de mi mente", contesta ella. "Me gusta cuando oír un disco es como meterse en la cabeza de alguien. Tengo esa sensación cuando escucho a Scott Walker o un disco de los Walker Brothers como 'Nite flights'".

Miedo a un planeta transparente

Las letras de 'Citizen of glass' no son, en realidad, demasiado transparentes, pero en ellas se adivina el miedo a la falta de privacidad. Es algo que se nos impone, pero a lo que también nos prestamos día a día a través de las redes sociales: "Que todo el mundo tenga un público, no solo el artista, es una interesante idea democrática", opina Obel. "Lo que me da miedo es que los jóvenes están interiorizando demasiado la idea de estar siendo observados todo el tiempo. Es interesante jugar con cómo te presentas ante el mundo. Pero, ¿y si esa presentación acaba eliminando tu esencia?".

En la canción 'Trojan horses' ("me digo a mí misma que quiero esconderme", dice uno de sus últimos versos), Obel se enfrenta a sus sentimientos encontrados respecto a exhibirse y a formar parte de todo este espectáculo. Como ciudadana del 2017 que es, tiene presencia en FacebookTwitter e Instagram. "Pero intento hacer con ello algo constructivo. Cuando empecé con el proyecto del nuevo disco, no me veía con energías para hacer nada con las redes. Al final decidí documentar el proceso de creación por Instagram. Soy productora y mezcladora de mi propia música. Desde adolescente quería ser productora y no conocía a ninguna mujer que lo hiciera; no tenía referencias ni inspiraciones".

¿Pide a sus espectadores que apaguen los móviles, como el grupo británico Savages? "Como mínimo recomiendo el modo avión. Que no envíen mensajes a sus amigos. Es un momento para estar juntos. Pero diga lo que diga, ¡siempre veo caras azules y blancas!".

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