'LA BANDA SONORA DEL NOSTRE PAÍS'

Relevo de estribillos en Acústica

El festival de Figueres celebró su 15º aniversario recreando los modernos hitos pop catalanes de la mano de artistas como Sopa de Cabra, Albert Pla, Mishima, Mazoni y Els Catarres

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JORDI BIANCIOTTO / FIGUERES

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El Acústica quiso resaltar su papel en la construcción de un imaginario sonoro colectivo con un recital que demostró que en los 15 años que lleva funcionando se han renovado estribillos e imaginarios. Hace una década habría sido más difícil de materializar un espectáculo asentado en el pop catalán contemporáneo como el que la muestra escenificó este viernes a lo grande, con carácter gratuito, en la Rambla de Figueres.

Una docena de artistas, la mayoría hechos en el siglo XXI, quizá con raíces en los últimos años 90, como Elefantes, que abrieron con el toque de lirismo de 'Somos nubes blancas' y 'Azul'. Se trataba de celebrar "las canciones que han crecido con este festival", anunció el periodista ampurdanés Carles Pujol. Como 'Declaració de principis', de La Iaia, que su cantante, Ernest Crusats, defendió en solitario, arropado por una banda base integrada por músicos de confianza: Víctor Valiente, Ricard Sohn, Miquel Sospedra y Pep Mula.

DESVARÍO Y VERBENA

Estos se encargaron de que la noche tuviera un tratamiento sonoro homogéneo, lo cual incluyó algunos desvíos: 'Lola', de Pastora, encarnada en Dolo Beltrán, sonó más orgánica y 'funky', y 'El lado más bestia de la vida', el asalto de Albert Pla a Lou Reed, sacrificó su gracia rumbera a favor de una trama rockera que se atascó cuando el de Sabadell la fundió, precisamente, con las presentaciones de los músicos. Pla sí que contagió su descaro natural en la aventura de 'Juerga catalana', momento de desvarío en la Rambla, como cuando aparecieron Els Catarres, que pasaron por las armas la sutil 'Alegria', de Antònia Font, en versión a todo bombo.

Mazoni eligió una pieza de su etapa de reinvención, 'A. I. L. O. D. I. U.', entre violentos trazos electrónicos, y Sanjosex prefirió buscar refugio en su clásico 'Temps o rellotge', medio tiempo con sustancia, como 'Homes i dones del cap dret', de Quimi Portet. Una banda en reposo, Mishima, reapareció para realzar 'L’última ressaca' y 'Un tros de fang' con todo su sentido épico. Joan Dausà celebró su 'Jo mai mai' y Lluís Gavaldà (Els Pets) viajó de 'L’àrea petita' a un 'Bon dia' que contó con el codirector musical de la noche, Josep Thió, de Sopa de Cabra. Imagen de colegueo en la quinta del 'rock català'.

Y en el tramo final, Sopa de Cabra, asentados con solidez en el presente con 'Cercles' y culminando la noche con 'Camins' y 'L’Empordà'. Si bien el protagonista del clímax acabó siendo Quimi Portet, convirtiendo 'La rambla' en canto colectivo, con foto final de familia, y alzándose como gurú de toda una generación.