Tragicomedia del cine catalán en Hollywood

La cita fue este sábado en la terraza de un glamuroso hotel de Sunset Boulevard, con Los Ángeles a los pies. El contenido, ambicioso: "Hollywood / Barcelona, una puerta abierta a la creatividad y la industria". La idea era dar impulso al cine catalán en la meca de la industria del cine. Sí, reunió a varias decenas de jóvenes actores, directores y directores de fotografía que han decidido abrirse camino aquí, como algunos que ya han triunfado como Juan Antonio Bayona.

El caso es que el acto no dejó de tener tintes de comedia y de política. El 'president' Artur Mas disculpó su presencia en un video en el que explicó que su ausencia se debía a una importante decisión en España (la proclamación del rey Felipe VI), lo cual generó risas entre los jóvenes en la sala. También rieron cuando Mas dijo que "tenía la obligación oficial" de acudir a la ceremonia. Isona Pasola, directora de la Academia Catalana del Cine, también provocó murmullos entre la audiencia cuando lanzó guiños independentistas en su discurso: "Somos un país, en la actualidad en España", dijo. Y entró en un jardín al hablar de la riqueza de Catalunya (la más rica de España, sustuvo) en relación a otras comunidades. El sustituto de Mas, el 'conseller' de Economia, Andreu Mas-Colell, la corrigió: Catalunya es la cuarta.

Talento y competitividad

Entre el público, jóvenes como el actor Cristian Rodrigo, que ya lleva cuatro años en Hollywood. "Al principio cuesta, por el acento", admite, pero ahora ya ha rodado dos películas, está embarcado en una tercera y trabaja en la compañía de teatro de Tim Robbins. "Es difícil abrirse camino pero aquí se basan en el talento, en cambio en Catalunya si no eres conocido lo tienes difícil", asegura. ¿Glamur? Sí, lo hay. No tanto en este evento en cuestión, sino en otros en los que Rodrigo dice haber conocido a celebridades "que solo había visto en la tele".

Eric Boadella es un director catalán que también trata de hacerse un camino. En su caso, sin rodar películas extremamente comerciales, como 'Toast Master', presentada en el festival de Málaga. Reconoce que cuesta mucho vender sus producciones, pero coincide con Rodrigo que es más difícil en Barcelona, donde "hay ya un camino trazado, que es el del Escac y algún otro, pero nada más, y aquí no hay camino, es el oeste, la ley del más fuerte". Lo cual abre la puerta, asegura, a que "alguien crea que con tu producto se puede hacer negocio, aunque no sea comercial ni 'mainstream', pero tenga un público".

Tragicomedia y glamur

La vivencia de estos jóvenes en Hollywood dio relievo al evento, al margen de su puesta en escena algo tragicómica. Un 'conseller' (Mas-Colell) que no era el del ramo, la presidenta de la Academia del Cine Catalán con algunas dificultades con el inglés, y en primera fila la ausencia de Mas, cubierta por su esposa, Helena Rakosnik, que fue su representante en alguno de los actos del viaje a California. El empaque al acto lo puso el productor Brian Yuzna, que describió su trabajo con la industria catalana del cine.

"We are a business friendly Government", concluyó Mas-Colell. El acto finalizó con un coctel al mejor estilo de las fiestas glamurosas de Hollywood, salvo que en esta ocasión el glamur fue más bien escaso. Las vistas a Hollywood, fantásticas.