TEATRO

Abel Folk adapta 'L'última trobada' de Sándor Márai

La obra es el regreso a escena de Rosa Novell tras una grave enfermedad

Rosa Novell y Abel Folk, en una de las escenas de 'L'última trobada'.

Rosa Novell y Abel Folk, en una de las escenas de 'L'última trobada'.

IMMA FERNÁNDEZ / BARCELONA

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«Si un amigo te traiciona y tú intentas vengarte es que vuestra amistad no es verdadera». La máxima, cuenta Abel Folk, sintetiza 'L'última trobada'la novela de Sándor Márai (1900-1989) que, a partir de la adaptación teatral de Christopher Hampton, ha llevado a escena Folk, también protagonista. «Si hiciéramos caso de los postulados de Márai todos seríamos más felices», apostilla. El montaje supone el emotivo regreso a los escenarios de la actriz Rosa Novell, tras una «enfermedad muy grave», en sus propias palabras, que la ha dejado ciega. El actor de doblaje Jordi Brau completa el elenco de una obra que relata el reencuentro de dos viejos amigos de juventud, Henrik (Folk) y Konrad (Brau), 41 después del acontecimiento que cambió sus vidas. Konrad huyó sin más explicaciones. Se estrena hoy en el Romea.

El escritor y periodista húngaro dibuja, según Abel Folk, un triángulo amoroso entre tres amigos, marcado por el desconcierto y el dolor por la traición, que da paso a una reflexión sobre las debilidades del ser humano. La amistad, la pasión, la reconciliación, el perdón, el honor... asoman en un texto que incluye también un secreto, una pregunta vital que Henrik quiere resolver antes de morir y que introduce un ingrediente de 'thriller' muy seductor para el público.

«Márai me recuerda a Chéjov. Escribe sobre pasiones sin componentes melodramáticos pero con una gran precisión y esquivando la parte fácil de las relaciones humanas», sostiene el actor y director. A su juicio, la obra aborda un conflicto que si se hubiera resuelto en el momento hubiera acabado en tragedia. Pero el tiempo, esas cuatro décadas transcurridas, permite al protagonista afrontar la cita con el dolor diluido y las heridas cicatrizadas. Desde la calma, aunque con un poso de dolor -«las brasas continúan ahí después del fuego»-, y desde la ironía y el sarcasmo. «La distancia temporal capacita al protagonista a reírse de su sufrimiento», agrega el director, que ha querido transmitir en su adaptación la «emoción muy serena» que sintió cuando leyó la novela por primera vez. En su montaje, Abel Folk rompe la cuarta pared y potencia la idea de que estamos «ante una representación y no una imitación de la realidad».

AMISTAD ENTRE HOMBRES

 «Muy ilusionada» con su regreso a las tablas, Rosa Novell asume el papel de Nini, la ama de llaves y antigua niñera de Henrik. A la actriz, que protagonizó 'La mujer justa' del mismo autor, le seduce el retrato que hace Sándor Márai de la amistad entre hombres: «Me parece fascinante el amor entre ellos y hacia la misma mujer. Dos maneras de querer que funcionan y a la vez hacen daño». También subraya Novell el contexto de cambio de «final de una época y de una ética» vivido por el autor (nacido en una familia burguesa, vivió muchos años de exilio y acabó suicidándose en la ciudad de San Diego, Estados Unidos) y trasladado a la obra.

La acción, que transcurre en Hungría, entre los siglos XIX y XX, y con las dos guerras mundiales como fondo, se sitúa en un decadente castillo de caza, antaño escenario de elegantes veladas. Allí se presenta Konrad y tiene lugar el duelo final a la búsqueda de una verdad liberadora. Un duelo cargado, según Abel Folk, de grandes reflexiones con las que se identifica totalmente. Entre ellas, la de que «vale la pena vivir intensamente una gran pasión aunque nos haga sufrir».