'El discurso del rey', ganadora de la gala con cuatro Oscar

El rey es el rey, también en los Oscar. La Academia de Hollywood se ha rendido en la 83ª edición de sus premios anteEl discurso del rey, la historia de amistad y superación narrada a través de Jorge VI y el logopeda que le ayudó a superar su tartamudeo dirigida por Tom Hooper, protagonizada por Colin Firth y escrita por David Seidler.

Las cuatro estatuillas (las de los tres citados y la de mejor película) han llevado a lo más alto a esta producción británica, respaldada por público de todo el mundo pero también, y eso cuenta mucho en Hollywood, por el distribuidor Harvey Weinstein, que indudablemente ha demostrado que él también vuelve a ser rey en la industria.

Weinstein sale victorioso del duelo que libraba su película conLa red social, la otra gran favorita, que ha logrado tres de sus ocho nominaciones: la de mejor guión adaptado para Aaron Sorkin, mejor montaje y banda sonora original.

Sin sorpresas

La regia victoria de esta pequeña producción británica, financiada con ayuda del Gobierno, no ha sorprendido, como casi nada en la gala, una de las más sosas de los últimos años. Quizá no se esperaba queValor de ley, de los hermanos Coen, se quedara sin ninguna de las diez estatuillas a las que optaba, pero cantados estaban los Oscar a la mejor actriz, Natalie Portman (el único paraCisne negro); al mejor actor de reparto, Christian Bale, porThe fighter (dos de siete); aToy Story 3 como mejor película de animación y queOrigentriunfaría en categorías técnicas (ha ganado cuatro premios). Y relativamente esperados eran los galardones para Melissa Leo por su trabajo enThe Fighter o el premio documental paraInside Job que ha dejado con las ganas de saber cómo reaccionaría Banksy (si es que estaba en la gala). También muchos intuían que la danesaIn a better world dejaría, como ha pasado, aBiutiful con la miel en los labios. Y hasta queEl hombre lobo ganaría el premio al mejor maquillaje.

Lo único que planteaba dudas es cómo le saldría a los productores de la gala la apuesta por escoger a dos jóvenes actores como maestros de ceremonia y se puede augurar tras el papel desempeñado por James Franco y Anne Hathaway que para el año que viene buscarán una fórmula distinta, o regresarán a los tradicionales cómicos para intentar dar algo de humor. Cuando parte de los mejores chistes los tiene que contar una proyección de Bob Hope la señal para los productores está clara.

El humor de Kirk Douglas

La emoción y las sonrisas las han sacado los presentadores de los premios o los galardonados, como el director del mejor cortometraje, que ha dado las gracias como tantos otros a su madre pero recordando que ella ayudó a dar de comer al equipo de la película.

Posiblemente nadie ha triunfado más que Kirk Douglas, que a los 95 años ha aparecido para entregar el Oscar a Leo, no sin antes bromear sobre su amor por las mujeres y hacer esperar a las candidatas con bromas (incluyendo el recuerdo a tres nominaciones propias nunca convertidas en oro). Y entre los mejores discursos de aceptación han estado el de la propia Leo, a la que se le ha escapado una palabra malsonante que ha dado juego a otros ganadores; el del 20 veces nominado Randy Newman por la canción deToy Story 3y el del director de arte deAlicia en el país de las maravillas, que se ha preguntado "Dios, ¿por qué no perdí esos 10 kilos?".

Ha habido también sitio para la reivindicación, como la del director deInside job, que ha recordado que "tres años después de la crisis (que su documental explica y denuncia) ni un solo ejecutivo financiero ha ido a la cárcel y eso está mal".

Bardem, sonriente

Y ha habido emoción amable, como la de Seidler, el guionista nacido en 1937. "Mi padre siempre me dijo que triunfaría tarde. Creo que soy el mayor en ganar en esta categoría. Espero que esa marca se rompa pronto y a menudo", ha dicho, antes de recordar a todos los que alguna vez tartamudearon como él y el rey que "tenemos voz, hemos sido oídos".

Para Javier Bardem, el segundo Oscar no ha sido posible pero el actor ha demostrado que de verdad debe ser cierto lo de que en los Oscar no ganar no es perder. Acompañado por una radiante Penélope Cruz, el actor español no ha perdido en ningún momento la sonrisa. Al fin y al cabo, los Oscar son lo que son. Y este año ya tenían Rey.