MÁXIMO GALARDÓN DE LAS LETRAS CASTELLANAS

Ana María Matute logra el premio Cervantes

La autora barcelonesa es la tercera mujer en recibir la distinción, dotada con 125.000 euros

Ana María Matute, en su casa de Barcelona, el pasado lunes.

Ana María Matute, en su casa de Barcelona, el pasado lunes. / periodico

EL PERIÓDICO / Barcelona

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El Ministerio de Cultura ha concedido el premio Cervantes 2010, el máximo galardón de las letras en castellano, a Ana María Matute, aspirante durante varios años. 

Al premio, que está dotado con 125.000 euros, optaban  también Juan Goytisolo, Arturo Pérez-Reverte, Nicanor Parra y Caballero Bonald, y el nombre de Matute figuraba en las quinielas desde hace varios años.

En el 2009 el galardón recayó en el poeta y narrador mexicano José Emilio Pacheco.

Matute, académica de la Lengua Española, es la tercera mujer distinguida con este galardón, en los 35 años de vida del premio. Las otras dos mujeres fueron, la española María Zambrano en 1988, y la cubana Dulce María Loynaz en 1992.

Nacida en Barcelona

Ana María Matute, que nació en Barcelona el 26 de julio de 1925 aunque vivió muchos años, incluida la guerra civil, en Madrid, es autora de una obra muy personal que ha marcado la novela española de la posguerra. Se dio a conocer en 1948 con Los Abel, a la que seguirían Fiesta al Noroeste, premio Café Gijón en 1952, galardón al que siguieron los Premios Nacional de Literatura Miguel de Cervantes y de la Crítica por Los hijos muertos (1959). Ese mismo año obtuvo también el Premio Nadal por Primera memoria, primer libro de su trilogía titulada Los mercaderes y seguida con Los soldados lloran de noche (1964) y La trampa (1969).

Un largo silencio debido a una depresión marcó su producción desde 1973, cuando publica El Río, hasta Olvidado Rey Gudú, la monumental novela que certifica su regreso al primer plano de la narrativa en 1996. Después vendrían Aranmanoth (2000) y la última, Paraíso inhabitado (2008), que han supuesto también su reencuentro con los lectores más jóvenes gracias a su particular visión de un universo fantástico y mitológico, que rompe en cierta forma con sus temas clásicos: la infancia como paraíso perdido, la incomunicación y la soledad interior.

Matute ha sido también una destacada autora de literatura infantil y juvenil, con títulos como Paulina, Historias de la Artamilla, LIbros de juegos para los niños de otros o Los niños tontos, así como Solo un pie descalzo, premio nacional de literatura infantil en 1984.

Ha dado clases en varias universidades de Estados Unidos y ha recibido todo tipo de premios en su trayectoria. 

En su vida personal, se separó del también escritor Eugenio de Goicochea y tiene un hijo, Juan Pablo.