entrevista con el Músico

Neil Hannon: «Disfruto con lo sublime y con lo ridículo»

El timonel de The Divine Comedy ofrece esta noche un recital en solitario, a voz y piano, en el Casino L'Aliança de Poble Nou

JORDI BIANCIOTTO / Barcelona

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-Bang goes the knighthood es su primer disco no grabado en Londres, sino en Dublín. ¿Cree que eso se manifiesta en su sonido?

-En absoluto. Simplemente, esta vez me pareció más práctico trabajar en Irlanda, ya que en la mayor parte del proceso de grabación estaba yo solo. A Londres solo fui para grabar los arreglos orquestales.

-Pese a esa presencia orquestal, el disco suena más dinámico y ligero que otros trabajos anteriores. ¿No es un buen momento para la severidad y la trascendencia?-En cada disco pruebo cosas distintas. Esta vez me apetecía comprobar hasta dónde podía llegar trabajando yo solo. Aunque acabé colaborando con varios músicos, el pilar del disco fueron mis canciones al piano, y creo que eso le dio cierto sentido de libertad y cierta espontaneidad.

-¿Es su disco más individual, o todos los de The Divine Comedy lo son?

-Yo compongo las canciones solo, así que siempre son discos en solitario, aunque luego haya fantásticos colaboradores, desde músicos a ingenieros.

-Hay canciones con humor, que parecen orientadas a la comedia o el musical teatral. Además de emocionar, ¿quiere divertir?

-Por supuesto. De hecho, sigo trabajando como The Divine Comedy por una razón: ese nombre refleja el hecho de que disfruto tanto con lo sublime y como con lo ridículo.

The complete banker se queja de la crisis. ¿Se siente estafado?

-En

-Estoy seguro de que todos nos sentimos así. Compuse esta canción en un puro estado de ira, aunque me temo que resultó menos catártica de lo que quería. Pero me sorprendía que nadie hubiera compuesto una canción parecida.

-At the indie disco alude a los Pixies, The Stone Roses, My Bloody Valentine... ¿Nostalgia?-Más bien dejé volar la imaginación. Donde crecí no había clubs donde pusieran esa música, y me hubiera encantado haber podido ir a un lugar donde encontrar almas gemelas que disfrutaran con la misma música que yo.

-Sus primeros discos desplegaban un imaginario romántico posadolescente. ¿Se siente lejos de él?-Veo el mundo de otra manera ahora que tengo la edad que tengo, y me interesan cosas distintas que a los 19 años. ¡Pero aún soy un romántico!

-Acaba de cumplir 40 años. ¿Es eso importante para un autor pop?

-No lo creo. Y no me calificaría a mí mismo como un compositor pop. Soy simplemente un compositor, sea cual sea el estilo de la canción.

-La edición especial del disco incluye otro compacto con adaptaciones de Brel, Gainsbourg, Dutronc, Morricone... No es muy corriente que un británico se fije en autores de otras culturas. ¿Lo lamenta?-No puedo hablar mucho por Gran Bretaña, porque ahora estoy viviendo en Irlanda. Creo que hay música interesante en todas partes. La barrera del idioma es a veces un problema, pero una gran canción es una gran canción en cualquier lengua.

-Muchos autores que admira, como Scott Walker, Burt Bacharach o Serge Gainsbourg, son o fueron más compositores que intérpretes. La puesta en escena de sus canciones, ¿forma parte de su proceso creativo?-No como compositor. Haría canciones con la misma facilidad si no saliera de casa en todo el día y no hiciera nada más que escribir. Quizá incluso más fácilmente, porque tendría más tiempo. Las canciones vienen tanto de la imaginación como de la vida real. Pero me encanta tocar ante el público. Soy tanto artista de escenario como autor, y me parecería lamentable no ser capaz de interpretar mis canciones en directo.

-Actuará en Barcelona en solitario. ¿Qué le aporta ese formato?-Hemos estado discutiendo bastante sobre eso. He tocado con muchas formaciones grandes; bandas, orquestas, etcétera, pero nunca había salido de gira solo. Lo intenté alguna vez y lo disfruté tanto que decidí hacer así el grueso del disco, y esta es la forma natural de interpretarlo.