Maria Antònia Oliver, Premi d'Honor de les Lletres Catalanes

El presidente de Òmnium, Jordi Cuixart, destaca que el galardón tiene una deuda histórica con las intelectuales de los Països Catalans

ERNEST ALÓS / BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La escritora y traductora mallorquina Maria Antònia Oliver (Manacor, 1946) es la galardonada con el 48º Premi d'Honor de les Lletres Catalanes, concedido por Òmnium Cultural. Oliver es solo la cuarta mujer que ha recibido el premio en su casi medio siglo de existencia. "Tenemos el deber histórico de corregir esta anomalía", ha argumentado el presidente de la entidad, Jordi Cuixart, quien ha destacado, además de las vertientes social y feminista de la premiada, su condición de mallorquina. "La nación no la entendemos si no es completa, y cuando hablamos de nación hablamos de Països Catalans", ha añadido Cuixart.

Desde la entrega del primer premio de honor en 1969 a Jordi Rubió, solo tres mujeres lo han recibido: antes de Oliver, Mercè Rodoreda en 1980, Teresa Pàmies en 1990 y Montserrat Abelló en el 2008. "Maria Aurèlia Capmany, Carme Riera, Margarida Aritzeta, Maria Mercè Marçal o Montserrat Roig son mujeres que lo podrían haber tenido: es vergonzoso, pero estoy muy contenta de que Òmnium se comprometa en avanzar en la igualdad de género", ha sostenida la galardonada. Aunque, ha añadido, las escritoras siguen recibiendo menos atención que sus colegas masculinos ya que "aún vivimos en un patriarcado, y aún debemos luchar contra él".

LA INDEPENDENCIA

Maria Antònia Oliver ha reafirmado en la sede de Òmnium su defensa del concepto de Països Catalans, y no solo en el aspecto lingüístico sino también en el político. "En temas de lengua y cultura estamos muy unidos, no en términos de política. Pero lo estaremos, estoy segura. Hay gente que también queremos un Estado propio, pero vamos un poco retrasados. Catalunya es para nosotros un espejo. Estoy convencida de que veré la independencia de Catalunya y, aunque la independencia de todos los Països Catalans creo que no la veré, estoy también convencida de que llegará". 

TRAYECTORIA

Maria Antonia Oliver, integrante de la generación de los 70 junto con nombres como Maria Aurèlia Capmany, Montserrat Roig, Maria Mercè Marçal, Carme Riera o su fallecido compañero, el escritor Jaume Fuster, discípula en la enseñanza secundaria de Aina Moll, se comprometió desde el inicio de su carrera en usar el catalán, el oral y el aprendido en las Rondalles Mallorquines, en géneros literarios donde apenas estaba presente.

Fue integrante del colectivo Ofèlia Dracs (junto con Joan Rendé, Joaquim Carbó, Jaume Fuster, Joaquim Soler, Josep Albanell, Jaume Cabré, Vicenç Villatoro, Margarida Aritzeta e Isidre Grau), que se propuso normalizar la presencia del catalán en géneros literarios como el erótico, el de terror, fantasía, ciencia ficción y gastronomia con títulos como 'Deu pometes té el pomer', 'Lovecraft, Lovecraf' y 'Negra i consentida'. "Lo hacíamos como un juego, pero éramos conscientes de que también era algo serio", ha comentado hoy.

Desde sus primeros libros de tema mallorquín, 'Cròniques de la molt anomenada ciutat de Moncarrà' (1972) y 'El vaixell d'iràs i no tornaràs' (1976), Oliver siguió introduciéndose en la novela negra (con títulos como 'Estudi en Lila', 'Antípodes' y 'El sol que fa l'ànec', protagonizados por el personaje de Lònia Guiu) y publicó novelas como 'Joana E.' (con la que ganó el premio Prudenci Bertrana de 1992) o obras teatrales como 'Negroni de ginebra'.

Oliver ha traducido al catalán a autores como Virginia Woold, Italo Calvino, Mark Twain, R. L. Stevenson, Anton Chéjov o Herman Melville. Su traducción de 'Moby Dick' obtuvo el premio de literatura catalana de la Generalitat de 1985.

RETIRADA

Desde la publicación de 'Tríptics' en 1989, Oliver ha pasado una larga etapa sin apenas producción literaria: la antología de cuentos del año 2003 'L'illa i la dona' y 'Colors de mar', en el 2007. Una ausencia en la que pesaron primero sus problemas de salud y la luego la muerte fulminante de Jaume Fuster en 1998. "Yo ya me considera jubilada y he estado mucho tiempo sin escribir, pero no quiero morirme sin escribir y este premio me ha dado ánimos para volver a intentarlo", ha comentado Oliver durante la rueda de prensa que se ha desarrollado en la sede de Òmnium Cultural. "Los escritores no podemos subsistir, con la excepción de algunos internacionales; y que quede claro que te traduzcan no quiere decir que seas internacional. Personalmente, yo no he podido resistir", ha comentado Oliver, en referencia a las dificultades de los escritores de su generación para mantenerse en activo. 

La entrega del premio, dotado con 20.000 euros, se producirá el próximo 6 de junio, y durante los meses que van del anuncio de hoy a la ceremonia, Òmnium desarrollará diversos actos de difusión de la figura y de la obra de la premiada.

El jurado del premio ha estado compuesto en esta edición por Margarida Aritzeta, FIna Birulés, Marta Buchaca, Lluïsa Julià, Joan Mas, Anna Sallés, Carles Solà, Toni Soler y Quim Torra.