FIESTAS DE PAMPLONA

El amor frente a las cornadas

Un hombre estadounidense salva a su mujer de ser atacada por un toro en el segundo encierro de San Fermín

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La imagen más representativa del segundo encierro de los Sanfermines -largo, caótico y peligroso- la ha protagonizado una pareja de estadounidenses. Amor frente a las cornadas de uno de los toros de la ganadería gaditana Cebada Gago, que llevaban cuatro años sin participar en las fiestas de Pamplona. La mujer, de mediana edad, había resbalado en una de las calles de la capital navarra que recorre el encierro. Entonces, uno de los toros, de nombre 'Empleado', ha dirigido sus astas hacia un grupo de mozos, entre los que se hallaba la mujer encogida en el suelo. Cuando el desorientado animal, un morlaco de más de 500 kilos, se disponía a cornearla, un hombre ha acudido en su ayuda. El toro ha clavado los cuernos en el abdomen del mozo, levantándolo por los aires y tirándolo luego al suelo. Instantes después, el astado ha fijado su mirada hacia la mujer, que seguía en el suelo.

En este momento, otro héroe, su marido, ha acudido a ayudarla. En las imágenes de las cámaras aéreas instaladas en el recorrido se ve cómo se adelanta hasta el toro, le coge por los cuernos hasta desviar el testuz del morlaco hacia el otro lado y, ayudadado por otro mozo que le tira del rabo, consigue que el morlaco olvide a su mujer y siga su recorrido hasta la plaza.

La mujer ha sido trasladada al hospital de Pamplona y se encuentra bien, ha confirmado su marido a 'La Sexta'. El hombre también ha comentado que, a pesar de todo, ha sido "una buena experiencia".   

SIETE HERIDOS POR ASTA

El segundo encierro de los Sanfermines ha sido complicado, largo y muy peligroso; ha acabado con un total de 16 trasladados al hospital, siete heridos por asta de toro, uno de ellos, de 73 años y de Sudáfrica, en estado grave. Entre los heridos por asta hay un español, un hombre de 58 años de Pamplona que tiene una herida en la zona testicular y traumatismo abdominal. Dos de los otros cinco mozos heridos son de Estados Unidos, otros dos son de Canadá y uno de la India. Además, otros nueve corredores han recibido atención en el Complejo Hospitalario de Navarra tras la carrera de este viernes por traumatismos y luxaciones. La mayoría de contusionados presenta pronóstico leve.

ENCIERRO LARGO

A diferencia del primer encierro, que duró poco más de dos minutos, el de este viernes ha concluido a los 5 minutos y 46 segundos. La carrera ha estado plagada de caídas, incluso de las reses, con escenas de pánico en algunos momentos en Mercaderes, Estafeta y la bajada al callejón. Ha sido en la calle de Mercaderes donde la manada ha comenzado a romperse por completo y solo dos toros han llegado con relativa normalidad a los chiqueros de la plaza de toros. Los cuatro restantes astados se han quedado sueltos y han protagonizado un encierro complicadísimo, especialmente con el último Cebada Gago, que se ha dado la vuelta por completo en la calle Estafeta y se ha vuelto hacia Mercaderes, obligando a pastores y mozos a redoblar sus esfuerzos para conducirlo hasta la plaza. Tras múltiples embestidas y escenas de peligro, los astados han podido ser introducidos en los chiqueros del coso. Se han vivido escenas de máxima tensión, con los mozos y los pastores tratando de conducir a ambos astados hasta la plaza. Los 'bureles' han embestido a varios mozos y han sido varios los momentos en los que los corredores han tenido que tirar de los toros para que los animales no se encelaran con corredores caídos.

Los bureles se han dado la vuelta en diversas ocasiones y han resbalado también en numerosos hasta que finalmente han logrado ser introducidos en los chiqueros. Los Cebada Gago, una ganadería tradicionlamente peligrosa, regresaban este 8 de julio a los encierros de Sanfermines, tras su ausencia desde 2012.