El Rec Comtal recupera anchura para favorecer el paso de vecinos

Los trabajos de reordenación del camino terminarán el 31 de octubre

Un tramo del arreglado camino del Rec Comtal, el pasado lunes.

Un tramo del arreglado camino del Rec Comtal, el pasado lunes.

LLUÍS PACHECO / BARCELONA

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Tras años de lucha de los vecinos de Vallbona y Can Sant Joan, el camino peatonal paralelo al Rec Comtal vuelve a ser transitable. Esta zona, con el paso de los años, había caído en decadencia pese a ser una de uno de los rincones más emblemáticos del barrio de Vallbona. Las crecidas del Rec por las lluvias estrecharon el camino, convirtiéndolo en un lugar peligroso y sucio.

El paso reformado, incluido en un proyecto de reordenación del entorno del Rec, tiene entre  2 y 2,5 metros de ancho y permite que la gente circule cómodamente.  Antes de las obras a duras penas cabían dos personas en paralelo, por no hablar de las madres que iban con sus hijos con cochecitos o los vecinos en silla de ruedas, los cuales tenían muchas dificultades para transitar. El nuevo paso, además, evitará que el agua del Rec se desborde.

Las obras, a cargo del Consorci del Besós, pretenden modernizar el entorno del Rec. Según Sito Alarcón, gerente del Consorci, "está previsto iluminar el paso, poner vegetación en las vallas que separan el paso de las vías del tren, para evitar el impacto visual que generan, y mejorar el mobiliario de la zona". Las obras deberían estar finalizadas antes del próximo 31 de octubre, asegura.

El camino, situado entre las vías de Renfe y el Rec, es muy importante para los vecinos y para el barrio. Comunica Vallbona, una zona más residencial, con Can Sant Joan, donde están la mayoría de negocios. "A la Agrupació de Vallbona i Can Sant Joan nos costó tres años conseguir que se hicieran estas obras. El hecho de que el paso sea necesario para poder ir a comprar permitió tirar adelante las obras", cuenta Lázaro Valverde, vecino de la zona.

El vecindario de Vallbona y Can Sant Joan está encantado con las reformas hechas, aunque no olvida que aún quedan muchas obras pendientes. "El paso ha quedado muy bonito. No esperaba que quedara así. Ahora faltan las luces y las vallas para el tren", explica María José Castillejo, residente en la zona desde hace 40 años.

SUCIEDAD EN EL MARGEN

Otro problema del paso es la suciedad acumulada en la vegetación junto al Rec, que no deja de aumentar. Según José  Ruiz, vecino de la zona, "si no limpian esa suciedad esto pronto será un criadero de ratas".

Sito Alarcón, en relación a las operaciones de limpieza, asegura que empezarán al terminar el proyecto de reordenación y que incluirán la limpieza, la estabilización y la replantación de la vegetación.