entrevista a un reivindicador

Filiberto Bravo, de la AAVV de Ciutat Meridiana: «Han venido de EEUU e Irán por los desahucios»

De todas las entidades vecinales, la de Ciutat Meridiana es la más mediática. Periodistas de todo el mundo han cubierto su lucha contra los desahucios. Su presidente, Filiberto Bravo, destaca la solidaridad común que les une.

El presidente de la entidad vecinal destaca la solidaridad de su barrio

Comprometido 8 'Fili' Bravo, en el local de su asociación.

Comprometido 8 'Fili' Bravo, en el local de su asociación.

BEATRIZ PÉREZ / BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Filiberto Bravo (Almoharín, Cáceres, 1952) aterrizó en Santa Coloma de Gramenet con 14 años. En 1971, mudó su residencia a Ciutat Meridiana y, desde hace seis años, preside la Associació de Veïns de Ciutat Meridiana (Rasos de Peguera, 210-B). En mitad de esta entrevista, una vecina irrumpe en su despacho para pedirle ayuda porque su ex no le pasa la manutención de los hijos.

-Veo que también asisten a los vecinos en sus problemas personales.-Sí, les damos ayuda individualizada. A veces vienen mujeres por casos de malos tratos y les asesoramos.

-Usted lleva décadas en la Associació de Veïns de Ciutat Meridiana.-Entré en 1975 tras llegar al barrio procedente de Santa Coloma de Gramenet. Había que moverse en algo...

-¿Cómo era originalmente el barrio?-Es un barrio joven, de 50 años. Fue concebido como zona residencial para trabajadores. Nació con deficiencias. Aquí iba a estar el cementerio de Collserola, pero se descartó por ser una zona demasiado húmeda.

-¿Por eso se movilizan tanto?-Siempre hemos sido un vecindario muy activo. En 1975 trabajé, junto a otros vecinos, en la construcción de los nuevos cimientos de unos bloques de mala calidad que se caían.

-¿Y qué ha logrado su entidad?-Para empezar, que se construyera un colegio público. Ahora ya tenemos tres, un instituto y un centro de salud. En los inicios del barrio, solo había un autobús que iba a Montcada. Ahora hay tres líneas largas, una de circunvalación, metro y Renfe. Y en el 2010 evitamos el cierre de las urgencias de nuestro CAP.

-En el camino siempre han tenido cerca a Torre Baró y Vallbona.-Sí, somos tres barrios muy unidos, los tres conformamos la llamada Zona Nord. El apeadero de la estación de Renfe de Torre Baró lo pagamos entre los vecinos de la Zona Nord.

-Pero si por algo se distingue su entidad es por la lucha antidesahucios.-Es una de las luchas más destacadas de la AAVV de Ciutat Meridiana. Nos ayuda mucho la Associació 500x20. En el 2011, un estudio del Ayuntamiento reveló que, desde el 2008, 300 familias habían abandonado el barrio. Se preveían unos 400 desahucios para el 2012.

-¿Y qué hizo la asociación vecinal?-Nos empezamos a organizar. Después nos sumamos al 15-M. Al principio éramos pocos parando desahucios. Recuerdo que en uno de los primeros éramos tres vecinos y nueve policías. ¡Y logramos pararlo! Desde entonces las asambleas del barrio se hacen en nuestra sede cada jueves. Acuden entre 50 y 100 personas.

-¿Tienen algún otro frente abierto?-Sí, el de la alimentación. En el 2012 denunciamos que aquí hay niños que se desmayan en clase por hambre. Otro estudio reveló que de 2.800 casos de malnutrición, 900 son de Nou Barris y 200 de la Zona Nord. Necesitábamos un local para repartir alimentos y ocupamos el FabLab, que luego nos cedieron. Ahora estamos en otro de la plaza Roja.

-Este es un barrio muy mediático.-Ahora mismo sí. Han venido periodistas de Australia, Irán, Argentina, EEUU, Bélgica, Francia y Holanda para hablar de los desahucios. En estos años hemos parado unos 200.

-¿Usted nunca descansa?-Trabajé casi toda mi vida de cortador de téxtil y hace un mes que me jubilé. Y, sí, estoy encantado de mi barrio. Tenemos muchas cosas buenas como el tejido vecinal, la solidaridad común, la riqueza cultural. Ciutat Meridiana tiene 10.000 vecinos, el 50% inmigrantes. Y Collserola, que muchos barrios desearían.