Colador neuronal

Vivimos inmersos en una realidad sesgada, pasada por colador. Una realidad filtrada

Colador neuronal

Colador neuronal / periodico

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Divisé la luz al final del túnel. Y vi que no se trataba de un túnel cualquiera. Era un puñetero colador. ¿Quién había puesto un colador dentro de mi cabeza? Ahora entendía el porqué de toda aquella oscuridad melancólica. Había vivido constantemente entre información sesgada, inmerso en un escenario que había sido colado. Había subsistido en una realidad filtrada.

NEUROCÁPSULA

Alex Jordan, un exestudiante de doctorado en el departamento de Psicología de la Universidad de Stanford, observó un comportamiento un tanto peculiar entre sus amigos cada vez que entraban en sus respectivas páginas de Facebook y cotilleaban las últimas noticias de sus amigos. Alex decía que sus amigos, después de ver tantas fotos bonitas, “bios” exitosas y actualizaciones jubilosas, parecían sentirse particularmente mal. “Estaban convencidos de que todo el mundo llevaba una vida maravillosa”, reflexionaba.

El sufrimiento es algo muy íntimo. Me refiero a esa tendencia a escondernos en nuestro propio caparazón y sellarlo con llanto. Esa sensación de soledad, de culpabilidad es una experiencia totalmente íntima, subjetiva, secreta para el ajeno. Los demás nos parecen más felices y creemos que no se esforzarán ni en intentar entendernos. Todos solemos enseñar nuestra cara más sonriente, idealizando así la vida de unos y otros. Esa costumbre humana de sobreestimar la felicidad de otras personas no es nueva, por supuesto. Montesquieu decía: "Si sólo quisiéramos ser felices sería fácil, pero el problema es que queremos ser más felices que los demás, y eso es casi siempre difícil, ya que creemos que son más felices de lo que realmente son."

REDES SOCIALES

Y puede justamente que las redes sociales (Facebook, TwitterInstagram…) estén haciendo que esta tendencia empeore. De hecho, ya existen varios estudios al respecto. Las redes sociales parece que tienen un poder especial para hacernos sentir más tristes y solitarios. Los análisis de dichos estudios indican que el uso de Facebook predice disminuciones en dos componentes del bienestar subjetivo: ¿Cómo se siente la gente en cada momento y qué tan satisfechos están con sus vidas? El hecho de ver persistentemente actualizaciones ingeniosas, manjares suculentos, fiestas desenfrenadas, viajes de ensueño, escapadas románticas… invita a las comparaciones constantes en las que tendemos a vernos como los perdedores. Evidentemente no creo que sea necesario mencionar que correlación no implica causalidad.

Otra explicación alternativa para los resultados de estos estudios es que las personas usan Facebook cuando se sienten mal (es decir, cuando están aburridos, solos, preocupados o angustiados), y el hecho de sentirse mal conduce a la disminución en el bienestar del individuo en lugar de la utilización de Facebook per se. 

Siempre pensamos en lo que queremos y tenemos o lo que queremos y no tenemos. Siempre pensamos en lo que no queremos y tenemos pero nunca pensamos en lo que no queremos y realmente no tenemos. No pienses en todas esas cosas que te gustaría tener y que ahora no tienes, piensa en todas la cosas que no quieres y que actualmente no tienes. El individuo topa con una gran verdad: Vivimos inmersos en una realidad sesgada, pasada por colador. Una realidad filtrada.