El valeroso Albert Palomar

No ha pasado ni un año y Albert Palomar ya ha publicado su segundo disco en solitario. Al líder del grupo Plouen le sienta muy bien su nueva y fructífera andadura sin la banda. 'Cor de bou' es un álbum de poéticas y sutiles letras, presentadas con una cautivadora e intimista envoltura folk. Esta noche presentará su nuevo trabajo en el Centre Cultural Albareda, invitado por el festival Barnasants.

Esta hiperactividad creativa de Palomar tiene su explicación. "Venía de la disolución de Plouen en el 2012 y ya antes había empezado a componer en solitario. A raíz de 'Estem sols', mi primer disco, salieron muchos bolos, pero seguía escribiendo. Sentía la necesidad de crear. Además, como tengo el estudio en casa, voy grabando y claro, acabo acumulando material", explica el músico manresano.

El artista es consciente de que "la vida útil de un disco no dura más de un año". Y que "el concepto de single físico hace tiempo que no existe". Así que su  manera de trabajar va por libre.

Textos con empaque

"Escribir es fácil. Lo difícil es intentar explicar en dos minutos una historia que tenga gancho. Y que interese a la gente. Y a ti". Palomar es de los que creen que los Beatles ya lo inventaron todo. Y asegura que lo importante "no es jugar a ser un músico, si no serlo. Los artistas pop trabajamos con pocos acordes, de modo que componer melodías no nos resulta complicado". Otro tema, insiste, es lograr textos con empaque.

En 'Cor de bou' brillan especialmente temas como 'Massa gran', 'Desordre', y la curiosa y deliciosa nana que abre el compacto, bautizada 'Amics'. "Tots al neixer som iguals, menys els que manen. Que no son normals. Que s'han cregut? Volen el millor per la humanitat. Ningú millor que tu i jo, per saber el que desitgem tu i jo, que és el secret més ben guardat de la humanitat", reza la letra.

El que fuera el alma de Plouen (antes Plouen Catximbes), un encuentro entre el reggae, el pop y el rock, hizo que la banda plegara velas después de diez años. Y para su reciente aventura, ha buscado la colaboración de Xavier Matamala, Miquel Sospedra, Lars Serra, Juanjo Muñoz y Albert Giménez.

Con la perspectiva que aporta la distancia, Palomar considera que "a nivel artístico ahora la situación está mejor que nunca.  En los 90 veníamos de la resaca del rock catalán. Había pocas propuestas. Ahora no hay excusa para consumir música en catalán. Pero a nivel de trabajo, es más complicado. Todo son palos en las ruedas. Y las mismas salas lo tienen muy difícil para continuar".