Marlango vuelve con las pilas cargadas

Marlango labró su destino hace ya diez años. Un inquieto pianista de conservatorio y una magnética actriz convertida en cantante confluyeron en el camino. Y en el zurrón acumulan ya seis compactos. Cuatro en inglés y los dos últimos en castellano. El reciente, titulado 'El porvenir', es el más rítmico de su discografía (el empujón se lo deben al productor Sebastian Krys). Y estas pilas renovadas les sientan muy bien. Es el trabajo que mejor refleja cómo suenan en sus conciertos. La presentación en Barcelona será el próximo 27 de noviembre en la sala Barts, invitados por el Voll-Damm Festival de Jazz.

'El porvenir' es el primer álbum que Leonor Watling y Alejandro Pelayo graban sin su tercer cómplice: el trompetista Óscar Ybarra. "Todo parece precipitado. El cambio de idioma, la marcha de Óscar. Pero hace año y medio que se fue a vivir a Gijón, se casó, se mudó a Chicago... Decisiones que aceptamos a regañadientes. Es un amigo que se va. Pero desde que acabamos el otro disco estamos escribiendo piezas sin retos ni presiones. El proceso no empieza ni termina nunca", asegura Pelayo.

'El porvenir' es un álbum impregnado de sonoridades de Latinoamérica. "Una de nuestras cualidades, no sé si virtud o defecto, es que somos muy coleccionistas: de sombreros, navajas pequeñas... Los viajes son excelentes en este sentido, y musicalmente, también. Escuchas cosas que de otra forma no llegarían a ti. Y te hacen tocar de forma distinta. Yo no toco tango, pero estando en Buenos Aires vi hacerlo tan bien a Fito Páez [su padrino argentino] que volví a Madrid y me salía tocarlo sin querer. Me decían 'qué bien lo tocas'. Y respondía 'no, no: si yo no toco tango'. Son recuerdos musicales de nuestros viajes".

Los invitados

Precisamente Fito Páez es uno de los invitados del álbum. Marlango grabó en uno de los discos del cantautor argentino, así que tocaba corresponderle. Y cuando terminaron de escribir 'Dímelo así', pensaron en él. "Vimos que este tema tenía mucho de Fito Páez. Y era justo que ahora le invitáramos nosotros», explica Pelayo. "Lo mismo nos pasó con Enrique Bunbury. A él también le debemos mucho -añade Watling-. 'Dinero', la pieza en la que participa, es fruto de lo tanto que le hemos escuchado".

"Así que lo que hacemos es devolverles el favor a ambos para que nos pongan el sello original", corrobora Pelayo. "El certificado de calidad", subraya ella. "La denominación de origen", remata él.

Watling y Pelayo forman una pareja (lo fueron sentimentalmente hace tiempo) que busca la sintonía. Actuando y hasta presentándose en el acústico que han grabado en EL PERIÓDICO (el single 'Dinero'), les basta una mirada para entenderse. Ella canta con la voz, con su expresiva y bonita cara, con su cuerpo y hasta con los pies y tobillos, que va doblando al ritmo de la pieza más rockera del disco. Una letra en la que dejan bien claro que "el paraíso no es aquí". ¿Dónde está pues el paraíso? "Depende del día -responde la cantante-. Lo que decimos es que el paraíso no es este al que nos vendemos entre todos. Y digo todos porque odio culpabilizar a terceras personas".

Paraíso artificial

"Una cosa que comentamos con Alejandro -dice Watling-, es el anuncio de Carolina Herrera de su colonia VIP y su mensaje de que 'tú también puedes ser VIP y estar ahí'. Por eso en el videoclip de 'Dinero' [en el que escenifican un paraíso artificial], reflejamos que en realidad se trata del infierno. Ya toca que se nos digan las cosas por su nombre. Que no nos hagan esperar a un mañana. Necesitamos respuestas. Ya".

Watling se atreve en el disco con un clásico de la copla, Ay pena penita pena, que interpreta con el grupo La Santa Cecilia (Grammy 2014 al mejor álbum de rock latino). La sugerencia vino del productor. Les animó a hacer una versión (del estilo que fuera). Y luego les convenció de que acabaran eligiendo este. "Nos convenció de que la copla se ha colocado siempre en Andalucía y que tenía mucho mundo por conocer", recuerda la vocalista. Eso sí, aclara que su acercamiento al visceral género lo hace "desde la humildad y con un respeto infinito".

Blues, jazz, boleros...

'El porvenir' contiene también blues, jazz, boleros..., bajo el reconocible sello Marlango. Una marca de la casa que detestan que califiquen de "elegante". "Sé que lo dicen de buena fe, pero no me gusta. Me interesa la elegancia en un sofá. No en una película, en una canción o en un actor. Si le sueltas a un pintor que es elegante pensará que le están llamando decorador", argumenta Watling. "Algo no hacemos bien si nos llaman elegantes", se suma Pelayo.

En la pieza 'Dímelo así', sueltan: "Hay que empezar para terminar". "La letra habla de los principios y sobre todo de los finales, cuando normalmente te permites una mirada retrospectiva. Qué fácil es decir 'hombre, si la crisis ya se venía venir'. Pues haberlo dicho. Para empezar a terminar, vamos a hacerlo bien". Marlango sabe lo que hace.