UN 'DREAM TEAM' DE ARTISTAS PLURIEMPLEADOS

Egon Soda vuelve a la carga

NÚRIA MARTORELL/ Barcelona

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Que la historia de Egon Soda sea inusual le hace, si cabe, más interesante. Un grupo de amigos del cole saca un disco 10 años después de unirse como banda, el sello desaparece y se dedican a sus menesteres. Un día el compositor tiene tanto material que propone reunirse una semana y grabarlo, sin saber si verá la luz (de ahí el subtítulo del trabajo: El difícil segundo disco de Egon Soda). Total, que tras cinco años de ese debut regresa con incontinencia creativa: un doble disco de 20 canciones, plagadas de referencias literarias, bases rockeras y reminiscencias de raíces americanas, que hoy presenta en Music Hall.

El autor de las piezas, Ferran Pontón, admite: «Es un grupo con ritmos peculiares también por la actividad que tenemos fuera de la banda [él trabaja de librero y en la editorial Pasado y Presente]. Pero necesitábamos sacar un disco para hacer lo que mejor se nos da: componer y tocar». Como frontman una gran voz, la del reclamadísimo productor Ricky Falkner (Love of Lesbian, Sidonie, Lori Meyers, Sanjosex...) y bajista de Standstill. Y aún hay más piezas claves: Pablo Garrido, también guitarrista de The New Raemon y Zahara, y Xavier Molero, percusionista y responsable de trabajos de artistas como Christina Rosenvinge, Iván Ferreiro y Roger Mas. Y si a este dream team le añades al pianista Charlie Bautista (reclutado para la ocasión), el resultado es este excelente disco, El hambre, el enfado y la respuesta, con curiosas joyas como es la versión de Paolo Conte Sparring partner.

Pero si una pieza llama la atención es Nueva Internacional, convertido en reivindicativo videoclip (con imágenes de guerra, hambrunas, manifestantes, y otras totalmente literarias). «Una letra combativa que pretende dar un poco de ánimos para seguir en la lucha». Falkner añade: «El vídeo te pone en estado de alarma, te emociona y te entran ganas de reaccionar; de salir a la calle».