DENTRO DEL CICLO DE CONCIERTOS ITINERANTES 'CURTCIRCUIT'

Duquende, pura emoción

El cantaor actuará el viernes 25 con el tocaor José Andrés Cortés en el JazzSí

NÚRIA MARTORELL/ Barcelona

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La vida artística de Duquendese cimienta en una carrera en solitario que bautizó el mismísimo Camarón en los 80. Le han reclamado  tótems de la guitarra: Tomatito, Vicente Amigo y durante 18 años fue el cantaor del malgorado Paco de Lucía. No ha querido hacer entrevistas desde su muerte. Ni hablar de él. Hasta ahora. El motivo del encuentro es su actuación el viernes 25 en el JazzSí (tras 15 años sin actuar en el local del Raval) con el tocaor José Andrés Cortés, dentro del ciclo Curtcircuit.

"Cantaré por tarantas, soleá, alegrías, tangos... un poco de todo", adelanta el cantaor. "Para mí, acompañar a Duquende, ¡no veas!. Es una de las máximas figuras del cante y siempre es un placer", asegura el tocaor, que con 28 años ya ganó el premio Bordón Minero del Festival de Las Minas de la Unión. Hace poco que son pareja de hecho sobre el escenario. Y la sintonía que exhiben en el acústico que graban para EL PERIÓDICO hace presagiar un gran futuro.

HOMENAJE A PACO DE LUCÍA

A Duquende (Sabadell, 1965) le acaban de llamar para participar en un homenaje al genio de las seis cuerdas (abruptamente fallecido el pasado 26 de febrero) que se hará en Madrid. "No recuerdo la fecha, pero estaremos los que fuimos sus acompañantes: Carles Benavent, Jorge Pardo, Tino Di Geraldo...".

El artista aún se emociona cuando recuerda esa mañana en que le levantaron para darle la triste noticia. "Se me vino el mundo encima. Una persona tan afectuosa. La de horas en el aeropuerto, en el hotel, hablando de la vida, de la familia, del flamenco... Yo era un niño mimado con Paco. Con él aprendí muchísimo. Estar con el más grande hace que te exijas al máximo. Lo importante era siempre intentar agradar al maestro. No importaba el público. Los que actuábamos con él sabíamos que lo primero era pasar por el filtro de la oreja de Paco. Y si le arrancábamos una sonrisa, sabíamos que estaba contento".

Duquende, el cantaor que ha arrancado "la ovación más larga de la Bienal de Sevilla", sabe lo que es emocionar a iconos de la música. Hizo que Leonard Cohen llorase al escuchar su versión de 'My gypsy's wife' ('Mi gitana'). "Se quitó el sombrero y le saltaron las lágrimas". Se lo contó él mismo. "Porque luego, encima, quiso conocerme".