Brighton 64, el mod más 'Modernista'

La banda de los hermanos Gil, pionera en España del movimiento, resurge con nuevo disco

NÚRIA MARTORELL

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Nacieron con el revival mod de principios de los años 80, con todas las referencias estilísticas y gráficas de la pretérita escena británica de los 60. Fueron pioneros del movimiento en España. Y si con su álbum de regreso aseguraron en el 2012 que Esta vez va en serio, ahora ratifican su vuelta con estimulante seguridad. Brighton 64 ha dado en la diana con 'Modernista', su segundo álbum desde su resurrección.

Cuando dieron el carpetazo (temporal) a la banda, después de oficiar su supuesto último concierto en el lejano 2001, los hermanos Albert y Ricky Gil retomaron de forma efímera el proyecto como Los Brigatones. Resurgieron otra vez de las cenizas con la formación Matamala. Conjunto que sumó hasta 15 miembros diferentes y al que se unió de forma tan anecdótica como fugaz la hermana-actriz-famosa Ariadna Gil para cantar la pieza 'Tots dimonis'. Y exorcizaron sus escasas victorias y severas derrotas de esa etapa en el libro Bola y cadena, una autobiografía que Ricky Gil escupió a bocajarro.

La modernidad "no caduca"

Brighton 64 vuelve a ser Brighton 64. Con un puñado de nuevas canciones, píldoras de tres minutos que tanto sacuden como contagian ganas de fiesta. Y todo bajo un título que remite al estilo que predican. Mod es la abreviación de modernist (modernista). El encuentro con el cuarteto es en la casa familiar de los Gil y actual residencia de Albert. En el salón de esta finca regia de altos techos y coloristas suelos de azulejos es donde convencieron a Eric Herrera para que fuera el nuevo batería, en sustitución de Tino Peralbo. Y a él le rebotan la pregunta más difícil del cuestionario: ¿la modernidad no es algo caduco precisamente por su propia esencia?

"Depende de qué modernidades. Hay algunas que pasan mucho de moda, es cierto, y otras que perduran –contesta el músico de pie, apoyado en la enorme estantería repleta de vinilos que ocupa al completo una de las paredes–. Nosotros consideramos que esta modernidad mod surgida en la Inglaterra de los años 60 estará siempre vigente porque es mucho más que un estilo de música: es una manera de entender la vida, que permanece década tras década. Y Brighton 64, como grupo mítico y pionero de la movida mod en España y en Catalunya, seguirá fiel a sus consignas".

Símbolo de la RAF

Albert completa la respuesta: "Siempre hemos tenido una voluntad pedagógica, en el buen sentido de la palabra. Hemos querido difundir lo que nos ha hecho tan felices tantos años: compartir un estilo estético y de forma de vida tan completo que abarca desde el arte pictórico hasta la literatura, la moda y, evidentemente, la música. Es muy bonito estar convencido de algo e intentar transmitir tus ideas. Pero no desde la cátedra. Lo hacemos desde nuestro humilde local de ensayo de Fabra i Puig. De forma modesta. Pero con orgullo. Para nosotros, nunca pasará de moda el modernismo [y aquí el lector tiene que ir más allá de la idea canónica del modernismo catalán del siglo XX, ya que ellos lo entienden como una idea que lo trasciende y llega hasta nuetros días]. Ricky asiente: "De hecho, los iconos del pop art de la época tampoco caducan".

Ahí sigue impertérrito el símbolo mod, adoptado del emblema de la aviación británica, la RAF, y que la banda ha estampado directamente en el mismo compacto. "Sin olvidar el imborrable legado de Andy Warhol [gurú de la modernidad] –recuerda Ricky–. Y todo un estilismo, una moda muy elegante alrededor del movimiento mod que también permanecerá".

Poemas también visuales

"Pero nosotros queremos reivindicar sobre todo la conexión con el modernismo catalán, autóctono, que puso a Barcelona en el mapa internacional. Con un concepto de modernidad que va incluso más allá", puntualiza Albert. "De ahí el mismo diseño de la carátula –le interrumpe Ricky–. Con estas letras con el nombre del grupo y del disco que remiten al movimiento de vanguardia catalán Dau al Set y a uno de sus miembros fundadores, Joan Brossa, y sus poemas visuales".

En los vinilos de 'Modernista' se aprecia todavía mejor el maravilloso diseño de esta portada que firman El Señor Gómez & Srta. Swallow. La tirada en este formato es limitada: 500 ejemplares. "El sistema de impresión es totalmente manual, por lo tanto la presión de la máquina hace que todas las portadas sean diferentes", aclara el mayor de unos hermanos que durante un tiempo fueron los más famosos de la música en Catalunya.

Por definición, ser mod supone "ser progresista". "Implica querer crear cosas nuevas, avanzar", explica Ricky. Otro concepto clave igual de arraigado es el de la rebeldía. ¿Dónde la encontramos en Brighton 64? "En nuestras letras siempre hay una mirada crítica. A nuestro entorno. A la política. Siempre hemos utilizado el humor y la ironía: la mejor manera de transmitir los mensajes", aclara Albert. Y en este nuevo disco, ¿cuál es la pieza más insurrecta? "'Poner los puntos sobre las íes'. Su nombre ya lo indica".

El guitarrista explica que "trata de un personaje que se dedica a dar leccione". "La escribimos en tercera persona y la pasamos a primera para que tuviera más fuerza. Es una reflexión sobre la gente que cuando habla, pontifica. Con los años, entiendes la importancia del respeto". Otro título que habla por sí solo es 'Som indomables'. Pop energético que habla de la juventud perdida, de la transmisión a las nuevas generaciones y que firma en esta ocasión solo Ricky (que por cierto, ha sido padre de gemelos).

Homenaje a Los Negativos

En el repertorio del álbum no faltan homenajes y guiños a compañeros de una escena barcelonesa que se está revitalizando. Está 'Caminos por recorrer' (la canción que interpretan en acústico los hermanos Gil para Música Directa), un tema que Albert escribió cuando supo que Alfredo Calonge, cantante, guitarrista y compositor de Los Negativos, había fallecido (murió súbitamente antes de cumplir los 53 en mayo del 2014). "Cuando estás en un momento creativo y te pasa un palo como este, que te afecta tanto, urge la necesidad de escribir una canción sobre esta persona, que luego se puede extrapolar a otras. Nunca habíamos hecho una canción-homenaje a alguien. Es el primer amigo muerto así. Bueno, ahora que recuerdo, en la época de Matamala le dedicamos una canción a los abuelos", añade, mirando a Ricky.

La otra pieza que remite a colegas de profesión es, de hecho, una versión. Se titula curiosamente 'El regreso'. La compuso el conjunto Los Canguros, pero para que la cantara precisamente Brighton 64. "Los Canguros es una formación contemporánea que resulta que nos escribió este tema que no nos llegó a dar. Es más, se lo quedaron ellos. Nos lo confesaron luego, justo cuando estábamos finiquitando Brighton 64. La amistad se ha mantenido. En todo este tiempo, hemos coincidido varias veces. Los Canguros también publicaron un álbum con grabaciones antiguas el año pasado, como nosotros. Y también volvieron a los escenarios. En definitiva, como dijo el autor de 'El regreso', Joaquín Felipe, 'la canción llega finalmente a su destino", ríe Albert. "Mucho tiempo de reloj parado, mucho tiempo lejos de mis brazos...", reza la primera estrofa.

"A veces te planteas hacer un disco y las piezas empiezan a encajar como si fuera un Tetris. Un día ves un cartel y te imaginas una portada. Compartes la idea con un diseñador, y te la hace. Piensas que puedes hacer una impresión diferente. Y buscar una sonoridad analógica para el álbum. Vas escribiendo canciones. Tienes la desgracia de que se muera un amigo, y te sale una pieza muy redonda. Recuperas otra, 'Modernista', y te suena fenomenal como título. Así que la pones ahí, encabezando el tracklist. El puzle se va completando. Y de la forma menos deliberada”, añade el responsable de himnos de juventud como 'La casa de la bomba'. Un título que remite al generacional libro de Tom Wolfe y que sigue siendo el mayor hit de Brighton 64.

Vidas paralelas

Los años y las vicisitudes han hecho que los miembros del grupo compaginen proyectos paralelos. El teclista Jordi Fontich se puso hace dos años a estudiar en la Escola d’Agricultura de Barcelona. "Cultivo plantas para consumir", explica. "Se dice marihuana", le replica entre risas Albert. Ricky mantiene su programa de radio, de la época en que vivió en La Garriga. "Siempre quise trabajar en la radio. Hay una pequeña emisora municipal y hace cuatro años que tengo mi espacio sobre música. Hay quien me dice que busque otra con más audiencia, pero me gusta porque me dan completa libertad y con internet llegas a todo el mundo. Siempre he sentido la necesidad de compartir esos discos que tengo en casa”. “Es la importancia de la transmisión que hablábamos antes", intercede Albert.

Albert Gil publicó el año pasado su segundo libro, 'El cas del serrell', en el que destripa el negocio musical y sus contradicciones. Montó el sello Bip Bip Records, con el que editó los primeros trabajos de Sidonie, Dorian... Pincha discos allá donde le reclaman. Monta festivales. Y, como titulado en Bellas Artes, da clases de Animación Narrativa Audiovisual en la Escola d’Art de Sant Cugat. "Lo que me satisface mucho porque, de nuevo, es una cuestión de transmitir". El espíritu mod de Brighton 64 es más modernista que nunca.