SE ANIMA EL DEBATE POLÍTICO EN BERLÍN

Una candidata alemana siembra la polémica al utilizar como reclamo electoral un cartel con un descoque de Merkel

Lengsfeld no consultó al partido

La candidata Lengsfeld muestra el cartel de los escotes.

La candidata Lengsfeld muestra el cartel de los escotes.

PAOLA ÁLVAREZ
BERLÍN

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Es, probablemente, la foto que más se ha visto de Angela Merkel o, al menos, una de las que mejor se recuerda. El escote de vértigo de la cancillera alemana ya levantó revuelo en su día, cuando lo lució en la ópera de Oslo, pero entonces nadie pensó que alguien acabaría haciendo campaña con el canalillo de la jefa del Gobierno.

Nadie menos Vera Lengsfeld, al parecer. Junto a Merkel, luciendo un escote similar y con el lema Nosotros tenemos más que ofrecer, el cartel de la candidata de la CDU por el distrito berlinés de Friedrichshain-Kreuzberg ha agitado una campaña que venía siendo de todo menos polémica. Las elecciones generales alemanas tendrán lugar dentro de poco más de un mes y la campaña hace días que intenta arrancar a trompicones. Lengsfeld ha conseguido que los ciudadanos se fijen al fin en los carteles.

Los medios alemanes no han tardado en verter ríos de tinta acerca del cartel de la discordia y los foros de internet se han llenado de usuarios que se preguntan hasta dónde puede llegarse en una campaña electoral, cuánta «carne debe ponerse en el asador» y, sobre todo, si la estrategia no desvirtúa todo lo que Merkel ha logrado hasta ahora con su política de no sacar ningún partido de su condición femenina para sus fines políticos.

«La gente que no lo entienda es que no tiene humor. Además, ¿cómo van a pensar que es sexista ver a dos mujeres elegantes en traje de noche?», ha dicho Lengsfeld sonriente. Su objetivo está cumplido, ya que ha llamado la atención mediática y de los votantes. En un solo día, su página web registró 17.000 visitas.

Eso sí, algunas de ellas dejaron comentarios no tan deseados como «¿se ha vuelto usted loca?” o lindezas como «ese es un cartel de furcia». Desde el partido conservador al que pertenecen Merkel y Lengsfeld, la CDU, las críticas han sido modestas. Solo la unión de mujeres del partido ha criticado abiertamente un cartel que tachan de «efectista». «Hoy día no necesitamos algo así», ha dicho su presidenta, Maria Böhmer. Desde la sede de Berlín se han intentado calmar las aguas insistiendo en que es un carel «divertido», aunque han confirmado que Lengsfeld no pidió permiso .

«Claro que no», reconoce ella. «La cancillera nunca me lo habría permitido…porque entonces todas habrían querido hacer lo mismo», decía ayer Langsfeld en la edición on line del Spiegel. Lo cierto es que la campaña oficial de la CDU ofrece mensajes sobrios y sencillos. Una campaña diseñada por dos agencias de imagen y consensuada por la directiva del partido y que ahora ha quedado eclipsada por los escotes.

Candidatos de distrito

La campaña oficial es solo para los grandes nombres, como el de la cancillera y los ministros. Pero en Alemania existe la doble votación, que permite a los ciudadanos votar a un partido y a un candidato directo al Bundestag por distrito. Por eso es habitual que cada candidato de distrito diseñe su propia campaña para su barrio. Lo cierto es que Lengsfeld lo tenía difícil. Su competidor más directo, el candidato de Los Verdes Hans-Christian Ströbele siempre gana en el barrio multicultural gracias, entre otras muchas cosas, a sus ya célebres carteles diseñados por un dibujante de cómic y que muchos definen como «carteles de culto».