Verstappen se corona en Barcelona como el vencedor más joven de la historia

El joven holandés, de 18 años, 7 meses y 16 días, conquista la victoria en el Gran Premio de España por delante de los Ferrari de Raikkonen y Vettel

Verstappen celebra la victoria en Montmeló.

Verstappen celebra la victoria en Montmeló. / periodico

MIGUEL MARTÍNEZ / MONTMELÓ

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Dicen los astrónomos que el origen del universo, de sus planetas y de todas sus estrellas fue el big bang, una gran explosión. Y puede que tenga que ser así también en la F-1. Ha nacido una estrella. Su nombre, Max Verstappen, su edad, 18 años, 7 meses y 16 días; sus credenciales: ser el vencedor de un gran premio más joven de la historia y lograrlo en la primera carrera en su nuevo equipo Red Bull. Desde luego que hubo un big bang, el que desataron los dos Mercedes al chocar y quedar fuera de carrera. Y de ahí emergió radiante Max. Las decisiones de estrategia le situaron al frente de una carrera que controló con talento, inteligencia y madurez frente a un coche más rápido, el Ferrari, y a un campeón del mundo, Kimi Raikkonen, que compartió parrilla en sus inicios con el padre de Max.

UNA GRAN PAREJA DE JÓVENES

"Sé que hoy vas a ganar", le dijo durante la mañana Edu Turón, el que hasta hace dos semanas era su jefe de mecánicos en Toro Rosso. "Ganar no sé, pero podio, seguro", le contestó. La confianza en sí mismo es el rasgo de la personalidad de Max que todos los que le conocen destacan. No es una pose para vencer la timidez, nada de eso, nace de su absoluto convencimiento. El mismo que tiene en sí mismo Carlos Sainz. El piloto español en ningún momento ha demostrado menos nivel que Max en la temporada y cuatro carreras que compartieron garaje. 

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Ahí estaban segundo y tercero en las primeras vueltas de este maravilloso Gran Premio de España, Max con el Red Bull, Carlos, con el Toro Rosso. El español dio una exhibición en la primera vuelta adelantando a los dos Ferrari por fuera: maravilloso, brutal, pero su Toro Rosso no dio para más, y poco pudo hacer frente a los coches rojos. Finalizó en el sexto puesto, su mejor resultado en F-1, porque, quizá, esta y la del año pasado aquí, han sido las únicas carreras en las que no ha sufrido problemas mecánicos o de estrategia.

Montmeló descubrió a Max y recuperó una F-1 espectacular, con la lucha de los Mercedes, con el espectáculo de pilotaje y estrategias que dejó el abandono de los dos coches de plata. Nico Rosberg arrancó como un tiro y rebasó a Lewis Hamilton en la curva dos. El alemán tapó el hueco por el exterior de la curva tres, y Hamilton, rabioso,  intentó rebasarlo con el coche por la hierba. El inglés perdió el control y se llevó a su compañero por delante. "Pido disculpas al equipo", dijo el tricampeón tras escuchar de Niki Lauda: "Que lo sepas, has hecho una estupidez".

Rosberg llevó la peor parte del asunto: "Estoy cabreado porque iba a ganar la carrera. Me faltó potencia en el motor porque tenía un mapa de motor diferente y le cerré la puerta, como siempre se hace, porque tenía que defender mi posición. Lo ha intentado de todos modos y acabó con los dos fuera. No está bien desvelar lo que hemos hablado después, pero sí, quédate con lo que ha dicho Niki, él es un experto".

El big bang de los Mercedes había dejado a los dos Red Bull, Ricciardo y Verstappen, en cabeza, separados por un segundo; y justo detrás a los dos Ferrari, Sebastian Vettel y Kimi Raikkonen. Pero Max necesitaba atraer algo de suerte a su núcleo para brillar como una gran estrella. En los dos muros decidieron los mismo: la mejor estrategia (en la simulación), a tres paradas, para los nº 1, para Ricciardo y Vettel; la segunda mejor, la más conservadora, a dos paradas y neumático más duro, para Verstappen y Raikkonen. Y resultó mejor la segunda estrategia. Tras el primer pit-stop, Max se vio líder, el más joven de la historia de la F-1. Pero era solo el principio.

MAX, SIN ERROR ALGUNO

"En un punto, si ruedas muy cerca del de delante, destrozas tus neumáticos, así que decidimos entrar a boxes cuando las sensaciones con el coche eran fantásticas. Desde entonces, he tenido que gestionar mi velocidad, mis neumáticos, todo», así de de sencillo lo vio este chico que debutó en F-1 con 17 años, sin carnet de conducir. "No ha sido fácil, no, en un circuito como este aguantar a Kimi detrás, apretando", sentenció el holandés.

Bajo toda la presión del mundo, Max no cometió ni un solo error. "Le presionaba, pero solo se fue un poco largo en un par de curvas. Con los neumáticos tan degradados era difícil no cometer un error, yo cometí más que él», desveló Iceman. "Y pensar que yo competí contra su padre…", expresó el finlandés. "Mi estrategia no era la mejor, pero eso no importa ya. Creo que tenemos que darle la enhorabuena a Max, porque es su primera victoria, y que sea este día… Se la merece, ha hecho una gran tarea y se la merece", corroboró Vettel, el primero de los productos del programa Red Bull de jóvenes pilotos, con cuatro títulos mundiales. Vettel era quien poseía el récord del ganador más joven de la historia. 

Fernando Alonso (McLaren-Honda) tuvo que abandonar, a falta de 19 vueltas, al pararse el motor de su monoplaza.