MUNDIAL DE F-1

El entorno de Webber echa más leña al fuego

El padre del piloto de Red Bull habla de "confianza perdida", mientras su mánager, Flavio Briatore, avanza que no renovará

Mark Webber

Mark Webber / EFE / EPA / DIEGO AZUBEL

MIGUEL MARTÍNEZ / Oviedo

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Mientras Mark Webber cabalga sobre las olas de Australia en busca de paz interior, de calma ("voy a intentar relajarme haciendo surf, aunque no sé si será suficiente", dijo el veterano piloto), su entorno, especialmente su padre Alan y su mánager Flavio Briatore, azuzan el fuego en el seno de la escudería Red Bull, una guerra en el que toda la F-1 toma partido a favor del australiano. Puede ser incluso, que el mayor rival de Ferrari encuentre consuelo en el abandono de Fernando Alonso, cuya presencia, colocado seguramente entre los dos Red Bull, hubiese evitado las órdenes de equipo en este primer gran premio de la temporada.

"Mark irá a China, por supuesto, correrá el siguiente gran premio, cómo no", confirmó Alan Webber, para negar el rumor de que su cabreado hijo alargaría sus semanas de 'surfing' indefinidamente ante el ambiente hostil que sufre en el equipo. Pero el padre del piloto añadió a una televisión australiana que "pasará algún tiempo para que Vettel se vuelva a ganar el respeto y la confianza que le tenían". Briatore fue mucho más explícito, bajo su experiencia también como jefe de equipo en Benetton (con Michael Schumacher) y Renault (Fernando Alonso), cuatro títulos en total y mucho que gestionar. "La relación entre los pilotos está rota", dijo el italiano a la RAI. "Ya era muy delicada y no creo que se pueda arreglar, porque Vettel nunca ayudará a Webber, y el equipo no puede pedir a Mark que ayude a Sebastian. Así que vamos a tener dos enemigos en un solo equipo, lo que puede favorecer a Ferrari".

Briatore da por sentado que Webber no renovará y se irá de Red Bull al finalizar la temporada que acaba de empezar. "Eso es seguro. Además, el año pasado ya hubo problemas. El coche es muy competitivo y eso es atractivo para cualquier piloto, pero en Sepang se demostró que es un equipo descabezado, sin gobierno. Vettel es el jefe allí y no se puede tener un director de equipo que, además, pilota el coche".

El prestigioso, popular y rico manager de Webber apoya esta afirmación en la "debilidad" de Christian Horner, arrinconado por el poder del director técnico, Adrian Newey, y de Helmut Marko, el asesor del dueño de la compañía de refrescos Dietrich Mateschitz. "Es un error tener un equipo tan dividido. Hay dos personas (Horner y Newey) con ideas diferentes en el muro de boxes, y Marko, detrás de ambos, hablando por teléfono con Mateschitz. Todo eso les tiene asustados".

Briatore demuestra la debilidad de Horner en el hecho de que "es siempre el director del equipo el que se sube al podio en la primera victoria de la temporada, pero Horner no tenía fuerzas para hacerlo y subió Newey. Estaba aterrorizado y eso dice mucho de su debilidad. Es inaudito que el jefe del equipo no suba al podio con un doblete en la primera carrera".