MOTOCICLISMO

Rossi elogia a Viñales en la presentación del equipo Movistar-Yamaha

"Me sorprendió que fuese tan, tan, veloz ya desde el primer día", reconoce el icono de MotoGP en su primer día de trabajo de la nueva temporada

Las motos de Rossi y Viñales, al descubierto

Las motos de Rossi y Viñales, al descubierto / periodico

EMILIO PÉREZ DE ROZAS / MADRID

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Movistar siempre suele ser la primera. Y Yamaha, a rebufo de Telefónica. Y subidos en el cohete que fabrican los japoneses, pintado ahora con un tono más verdecito, figuran, cómo no, el eterno Valentino Rossi, que, a sus 37 años, tiene la misma marcha “o más, mucha más, porque tras tres subcampeonatos ha de llegar el décimo título”, y el joven Maverick Viñales, el piloto más atractivo del Mundial tras la deslumbrante aparición del 'rookie' de los 'rookies', del tricampeón más joven de la historia de MotoGP, Marc Márquez.

La presentación este jueves del ‘team’ Movistar-Yamaha, que este año solo puede fardar de ser la mejor escudería, pues el título de pilotos se lo llevó Marc Márquez y el cetro de constructores es de Honda, fue espectacular, intentando visualizar que las tres patas de ese proyecto se sustentan sobre tres enormes: la fábrica YamahaMovistar “con 300 millones de clientes”, como destacó su presidente, Luis Miguel Gilpérez (“y la casa de la televisión en 4K, no lo olviden”) y, claro, el ‘Doctor’ Rossi, al que ahora se suma la revelación del 2016, ya un ganador de MotoGP, Viñales, que “ya de entrada, me piden el título”. Y todo tras la almohadilla o ‘hashtag’ #ElegimosHacerHistoria.

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La presentación, que contó con videos de los mecánicos de uno y otro piloto deseándoles ganarlo todo, cosa imposible, tuvo un momento muy divertido, que tenía, cómo no, un mensaje subliminal, como casi todos los suyos, de Rossi hacia Viñales.

En un video, ambos juegan una partida de ajedrez y, mientras, el catalán, recién llegado, le va preguntando cosas al viejo zorro. Como, por ejemplo, cómo ha de actuar en la presentación. “Tranquilo, sé tú mismo, no tienes que hacer nada especial, estamos en un equipo maravilloso, que es una gran familia y todo te será fácil”, sugiere Rossi.

De pronto, ambos se levantan y desaparecen de la pantalla, dejando la partida inacabada. No del todo, porque mientras Viñales se intuye que se dirige hacia el escenario de la presentación, Rossi regresa y, sutilmente, se acerca, de nuevo, a la mesa y mueve un peón que parece hacer jaque al rey de Viñales. Y se vuelve a ir a escondidas. Blanco y en botella: la última jugada es mía ¿no?, yo soy quien maneja aquí los peones. Digo ¿no?

EL ITALIANO, EN SU REINO

Lo cierto, es que la presentación fue una sobreactuación de Rossi, que se sentía en su reino, y un Viñales al que solo le apetece subirse a esa reluciente Yamaha YZR M1-2017 para demostrar, en efecto, que el temor expresado por su compañero (“me admiró que Maverick fuese tan veloz, tan pronto, ya el primer día, sí, sí, desde luego ya es uno de los candidatos al título”) será una realidad

“Tengo la moto ideal para poder lograr lo que no conseguí el año pasado, cuando me faltaba rematar las carreras. Tengo que hacer una moto buena para las últimas cinco vueltas; eso es lo más difícil de la pretemporada”.

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#ElegimosHacerHistoria concluyó con otro video en el que, en plena euforia de carreras del año pasado, donde, según esa cinta, Rossi se hartó de superar a Márquez que, curiosamente, fue campeón tres carreras antes del final, se habla de “prolongar la leyenda de Rossi y escribir la nueva historia de Viñales”.

Este viernes se presenta Jorge Lorenzo, en Bolonia, con su Ducati roja. Y, dentro de 15 días, en Indonesia, Márquez con su revolucionaria Honda. Y, a final de mes, primeros ensayos en Malasia.