Rossi busca tapar su mal año con el subcampeonato

El 'Doctor', que insiste en que Márquez y Lorenzo manipularon el Mundial-2015, lleva siete años sin corona

Valentino Rossi, feliz tras su segundo puesto en Australia.

Valentino Rossi, feliz tras su segundo puesto en Australia. / periodico

EMILIO PÉREZ DE ROZAS

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El Mundial de MotoGP llega a su final y hace ya unos días que el catalán Marc Márquez (Honda) ha conquistado su tercer título mundial en cuatro temporadas, pese a la enorme campaña de desprestigio que le organizó el veterano italiano Valentino Rossi (Yamaha), de 37 años, en las últimas carreras de 2015, inventándose y denunciando un complot e, incluso, un amaño, pacto o arreglo (el conocido ‘biscotto’) entre el campeón catalán y el tricampeón mallorquín Jorge Lorenzo, para que no ganase su décimo título mundial.

{"zeta-legacy-phrase":{"name":"Valentino Rossi","position":"PILOTO DE MOVISTAR-YAMAHA","text":"\"S\u00e9 que no es lo mismo que el t\u00edtulo, pero se trata de una cuesti\u00f3n de honor, quiero acabar este Mundial como el mejor piloto del equipo Yamaha\""}}

Aquella campaña de los ‘rossistas’ y buena parte de la prensa italiana, fue lo que provocó, no solo, tal y como ha reconocido el propio ‘Doctor’ recientemente, la desestabilización del veterano piloto italiano (“durante este invierno me costó muchísimo concentrarme en la preparación de esta temporada, mucho, mucho, recordando aquel desgraciado final”), sino que convirtió a Márquez en un auténtico león, ansioso por recuperar el cetro hasta convertirlo, como confesó en Motegi (Japón) nada más conquistarlo, en “el título más perseguido”. Por eso, porque quería lanzárselo a la cara de Rossi por todo lo que había hecho en las últimas carreras de 2015.

ROSSI, OTRA VEZ SIN TÍTULO

Rossi, que sigue siendo tan competitivo como siempre, no tenía más remedio, en este 2016, que forzar la marcha y aceptar, de nuevo, el pulso con los dos grandes campeones españoles. Pero, a dos carreras del final de la temporada (Malasia y Valencia), el nueve veces campeón del mundo ha vuelto a fracasar, ha culpado a Yamaha de no haber evolucionado la moto tanto o más que Honda y Suzuki (en eso coincide plenamente con Lorenzo), y se ha sacado de la manga, se ha inventado, un reto ridículo a todas luces, tratando de equiparar, mediáticamente, el subcampeonato que le discute a Lorenzo (216 puntos contra 192) como si fuese su décimo título mundial.

De ahí su enorme alegría y satisfacción cuando, caído Márquez en la carrera de Phillip Island (Australia) y no pudiendo dar alcance a un velocísimo y constante Cal Crutchlow (Honda), decidiera conformarse con la segunda plaza, su noveno podio en 16 carreras, y celebrase esa ‘plata’ casi como una victoria en el ‘corralito’ australiano con todo su equipo. “Aumentar en 10 puntos más, hasta los 24, la ventaja que le llevo a Jorge, es muy importante y me parece un buen premio. Cal era inalcanzable”, tuvo que reconocer Rossi.

{"zeta-legacy-phrase":{"name":"Jorge Lorenzo","position":"PILOTO MOVISTAR-YAMAHA","text":"\"\u00a1Claro que quiero ser subcampe\u00f3n!, pero ahora me preocupa volver a ser competitivo. Prefiero mi t\u00edtulo del a\u00f1o pasado que 10 subcampeonatos\""}}

LORENZO, MUY PREOCUPADO

Mientras Márquez se ríe un poco de ese pulso al afirmar que “me parece más una lucha psicológico o anecdótico que deportiva”, Lorenzo reconocer estar “mucho más inquieto por encontrar la fórmula de volver a ser competitivo, la manera de poder entender y sacar rendimiento a los Michelin, que de pelearme con Valentino por el subcampeonato aunque, lógicamente, me gustaría dejar Yamaha siendo el mejor piloto del equipo. Pero tengo muy claro que no cambio el título del año pasado por 10 subcampeonatos”.

Nadie cree que alguien que ha dominado el Mundial de MotoGP hasta la aparición de Lorenzo y Márquez y cuyo último título mundial data de 2009 (lleva siete años sin conquistar cetro alguno), ganador de 114 de los 346 grandes premios que ha corrido, pueda consolarse con ser segundo y menos si quien le derrota, a tres carreras del final, es aquel al que ha acusado, falsamente, de manipular el final del último campeonato.

CUESTIÓN DE HONOR

“Sé que ser subcampeón no es lo mismo que ganar el título”, tuvo que reconocer Rossi al bajar del podio de Phillip Island, “pero es una cuestión de honor, de prestigio, acabar la temporada como el mejor piloto de Yamaha y seguir formando parte de esta gran familia para volver a intentarlo el año que viene”. Hacía siete años que Rossi no sufría cuatro ceros en una misma temporada, lo que le ha impedido pelear hasta el final por la corona que ha vuelto a ganar Márquez.