LA POLÉMICA DEL GP DE HOLANDA

Un piloto de Play Station

Marc Márquez pasea orgulloso su bandera por Assen, escenario del GP de Holanda, tras hacer una gran carrera

Marc Márquez pasea orgulloso su bandera por Assen, escenario del GP de Holanda, tras hacer una gran carrera / periodico

EMILIO PÉREZ DE ROZAS / ASSEN (Enviado especial)

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Cuando, hace 15 días, Marc Márquez se cayó en Montmeló, Santi Hernández, jefe técnico del campeón, llegó a casa y fue recibido con la euforia de siempre por su pequeña muñeca Sofía. «Papá -le dijo la niña—, he visto que Marc se ha vuelto a caer, así que ya le puedes decir lo mismo que me dices a mí cuando me caigo: 'Venga, venga niña, levántate que no es nada'».

Dicho y hecho. No solo Márquez. No solo Hernández. Todo el equipo. Todo Honda. Los 150 ingenieros de Honda Racing Corporation (HRC) se han levantado y, por la competitividad, la agresividad, la velocidad (la última vuelta de este sábado de Marc en Assen será recordada durante mucho tiempo, aunque la vuelta rápida fue en la cuarta) y el resultado, pegadito a Valentino Rossi (Yamaha), queda claro que el tetracampeón ha vuelto y está dispuesto a pelear por mantener su título, los dos que atesora. «Si el año pasado ganó los 10 primeros grandes premios, ¿quién se atreve a decir que no puede ganar los 10 últimos que quedan?», dijo Livio Suppo, uno de sus jefes.

Y con Suppo se las tuvo Márquez. Bueno, Márquez no. Su mánager, Emilio Alzamora, que se pasó las dos horas siguientes al final del gran premio intentando que Honda presentase una reclamación para que Dirección de Carrera juzgase ilegal la manera en que el Doctor resolvió el encontronazo con Márquez: salió despedido (o se despidió él, juzga Alzamora) y cruzó la chicane , mientras el nen de Cervera se mantenía sobre el asfalto y hacía más metros. «No digo que tengamos razón. Digo que, cuando tu piloto se juega la vida por ti (Honda), debes defenderlo y tratar de que los comisarios se pronuncien. Si perdemos, perdemos, pero debes defender a tu piloto», dijo. Hizo tanto ruido que forzó una cita en el rincón de pensar.

Y allí le dieron la razón a Vale. A Yamaha. «Rossi va ligeramente delante, le empuja Márquez, no tiene más remedio que levantar la moto, salir recto, meterse en la tierra y trazar como puede; no tiene otra opción», fue la explicación de los jueces. «La próxima vez, aunque vaya solo, trazaré por donde quiera», dicen que les dijo Márquez a los comisarios. «Yo solo sé que, en la chicane, la diferencia era cero y, en la meta, de 1,2 segundos. Juzguen ustedes mismos. No reclamaremos, pero esa es la evidencia», dijo muy serio Shuhei Nakamoto, jefe máximo del team Honda.

REGRESO AL FUTURO

Este es el segundo encontronazo Rossi-Márquez. El primero fue en Argentina y también perdió el catalán. «Veremos qué ocurre en el futuro», dijo disgustado Márquez. «Me hablas de regresar al futuro —replicó Rossi—, pues regresemos, recuerda cómo me pasaste, hace dos años, en el sacacorchos de Laguna Seca». Y Vale insistió, ya sin Márquez delante: «Tenía que ganar este pulso con Marc. Lo necesitaba. Correr con Márquez es como hacerlo con la Play Station: lo ves pegado a ti, pero es transparente, puedes pasar por encima de él... o él pasa por encima de ti».