PERFIL DEL BICAMPEÓN DE MOTO2

Zarco, Francia, a sus pies

Johann Zarco, el piloto más normal del 'paddock' del Mundial, hace historia al ser el primer bicampeón de Moto2

Zarco, con su nuevo casco, en Motegi en el 2015.

Zarco, con su nuevo casco, en Motegi en el 2015. / periodico

EMILIO PÉREZ DE ROZAS

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No siempre gana el más rápido. No siempre gana el mejor. Ha habido campeones del mundo, incluso de MotoGP, que se han llevado el título porque eran buenos, muy buenos en agua y ese año llovió en el 85% de los grandes premios. O porque tenían, de largo, la mejor moto de la parrilla. O porque no tenían suficientes rivales para amargarles las carreras. O porque, siendo muchos, no eran talentosos. O porque se caían mucho y no sabían administrar su ventaja. Hay campeones que han 'campeonado' y han desaparecido de las carreras, no se les conoce éxito alguno más.

EL BICAMPEÓN SOÑADO

Johann Zarco (Cannes, Francia, 16 de julio 1990) tiene a toda Francia, un país tremendamente polideportivo, a sus pies. Zarco es el bicampeón (2015 y 2016) ideal, justo y necesario. Perdón, es más: es el primer campeón de Moto2 que repite título tras la coronación de Toni Elías, Stefan Bradl, Marc Márquez, Pol Espagaró y Tito Rabat. Más aún: primer piloto francés en ganar dos mundiales. Biampeón porque ha arrasado, a lo grande, a lo largo de toda la temporada de forma determinante. Su primer título llegó mucho antes que el segundo, pues lo logró, el pasado año, a cuatro carreras del final y eso, en una categoría tan, tan, igualada como Moto2, es grandioso. Esta vez, con seis victorias, Zarco es la viva demostración de que cuando te dedicas con cariño, amor, profesionalidad y sacrificio a algo -las carreras, por ejemplo- acabas triunfando. Justo porque les ha pasado la mano por la cara a todos sus adversarios. Y necesario porque el Mundial está plagado de divos que hacen el ridículo y de llamativas jóvenes promesas, que hacen el ridículo cada dos por tres.

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DEDICACIÓN Y SACRIFICIO

Zarco es un ejemplo tan bestia, tanto, de rigurosidad, dedicación y entrega que, incluso, es considerado el antihéroe, un ser extraño, raro, raro, raro. ¿Por qué? Porque a los 13 años abandonó su Cannes natal para irse a vivir a Avignon con la familia Fellon: Laurent, su mánager; su eposa Andrea, y su hijo Lorenzo; porque ha desarrollado una vida deportiva normal (Pocket Bikes, primer campeón de la copa Red Bull en el 2007 y campeón del mundo de Moto2); porque solo piensa en las motos y en el pulsómetro que lleva siempre consigo para medirse las pulsaciones; porque su móvil no tiene internet; porque no quiere saber nada de las redes sociales que "solo sirven para perder el tiempo" y evitar que uno se centre en su trabajo (todo lo contrario de su adversario Àlex Rins, que no se despega del móvil); porque no tiene coche de lujo y viaja en una furgoneta con Laurent; porque no duerme en hoteles ni siquiera en un 'motorhome' en el circuito, sino en el camión del equipo con a sus mecánicos; y porque cada vez que se detiene en el box pide a sus mecánicos que apaguen las pantallas de tiempos "porque no quiero ni necesito saber qué hacen los demás; lo único que debo hacer es centrarme en mi trabajo y tratar de hacerlo lo mejor posible".

MAESTRO DE NIÑOS

Por todo eso, Johann Zarco es considerado un bicho raro, especial, antidivo. Se sospecha, supongo que los bobos, que alguien que habla seis idiomas (francés, italiano, inglés, castellano, húngaro y catalán), no es de fiar; que alguien que solo piensa en prepararse para ser lo mejor posible, no es de fiar; que alguien que lleva en el casco la bandera francesa, la húngara (en honor de Andrea, la esposa de Laurent, que tanto le ha ayudado) y la bandera del Sol Naciente es raro, raro, raro; y que alguien que, en sus ratos libres, se dedica por entero a preparar 'pilotitos' de 8 a 13 años (entre ellos, Lorenzo, el hijo de su valedor, claro) en la escuela de su mánager, no es de fiar. Total porque, simplemente, quiere hacer con Lorenzo "lo mismo que su padre hizo conmigo".

Señoras y señores, ante ustedes, el bicampeón del mundo más normal del mundo: Johann Zarco. Y que dure. Y que repita. Lo tiene difícil porque, esta vez sí, hace ya tiempo que ha firmado por el equipo ‘satélite’ de Yamaha Tech3 para debutar en MotoGP.