Nakamoto: «No descarto hacer un equipo con los Márquez»

El mandamás de Honda reconoce que, pese a su fe en Marc, nunca pensó que pudiera ganar 13 grandes premios en un año

Shuhei Nakamoto sigue los ensayos de ayer en Cheste desde el muro de Honda.

Shuhei Nakamoto sigue los ensayos de ayer en Cheste desde el muro de Honda.

EMILIO PÉREZ DE ROZAS

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No va de mandón, pero todo el mundo sabe que el ingeniero japonés Shuhei Nakamoto (Tokio, 1957) es quien más poder tiene en el paddock del Mundial. Su moto, la Honda RC213V, sigue siendo el sueño de cualquier piloto. Y más en manos de un impresionante Marc Márquez, que ha roto todos los récords de precocidad y victorias de la historia de la categoría reina de MotoGP.

–Dígame, ¿qué vio en Marc Márquez para cautivarle al primer segundo?

–Me encantó y punto. No sé explicarlo, lo siento. No es que me cueste, es que no encuentro las palabras para expresar lo que sentí cuando le vi correr por vez primera. Lo vi en 125cc y me gustó, me atrajo. Supe que sería buenísimo, así que cuando ganó el título empezamos a hablar con él. ¿Qué vi en él? Lo ignoro, tenía algo.

–Usted sorprendió al mundo cuando, antes de empezar el el campeonato del mundo 2013, dijo que Márquez estaría en el podio de Catar, su primer gran premio en MotoGP. –

Lo dije porque lo pensaba, porque había visto su actitud en los meses previos a ese debut, sus entrenamientos y porque ¡caray! lo sentí así. Es más, aquella tarde, en la parrilla me despedí de él diciéndole: «Nos vemos en el podio». Como así fue tras una grandísima carrera peleando con Valentino (Rossi) y Jorge Lorenzo. No ganó, pero lo hizo de maravilla, tal y como yo esperaba.

–¿Por qué estaba tan convencido de ese éxito, de ese magnífico debut? –

Lo siento, no sé explicarlo, Marc tenía algo especial. Lo noté enseguida. Me ocurrió algo parecido con el australiano Casey Stoner, aunque su forma de pilotar es muy distinta.

–¿Qué es lo que más le sorprendió de Márquez en el año de su debut? –

Las primeras veces que Marc se subió a la Honda y transmitió sus impresiones a nuestros ingenieros, les comentaba que notaba falta de agarre, que la moto se movía mucho, que era muy nerviosa. Antes de tomar ninguna decisión, escuchó atentamente a nuestros ingenieros que le dijeron que la RC213V es así. Y lo prodigioso en Marc es que no intentó cambiar nuestra moto, sino adaptarse rápidamente a ella. Dijo: «Vale, la moto es así, pues yo la haré mía». Y lo logró enseguida.

–Y este año, que lleva sumadas ya 12 victorias, igualando el espectacular récord de Mick Doohan de 1997, ¿qué le ha sorprendido? –

Me ha sorprendido todo. He de reconocer que no esperaba que Marc ganase 12 carreras, diez de ellas consecutivas, e, incluso, pueda llegar a 13, pues le veo muy capaz de ganar el domingo. Estoy felizmente sorprendido de semejante gesta.

–¿Qué es lo que más le gusta de Márquez, fuera o dentro de la pista? –

Sé que todo el mundo habla de su carácter como una de las cosas más positivas de su personalidad. A mi me gusta esa sonrisa permanente y su positivismo, pero nada de eso me parece vital para ganar. A mí me encanta cómo trabaja, su enorme dedicación, profesionalidad y rigor en todo lo que hace.

–¿Y lo que menos le gusta? –

Me gusta todo, lo siento.

–Usted es japonés, sonríe poco, habla menos, siempre tiene cara seria. Márquez es todo lo contrario. ¿Cómo es que se entienden tan bien? –

Ustedes no me ven cuando estoy con él a solas, fuera de las cámaras de TV que siempre nos rodean. Yo también soy muy divertido, aunque ustedes no lo crean, ni lo vean. Me encanta congeniar con un muchacho con el carácter tan abierto como lo es Marc, mucho. Es un placer vivir con él en el box, de verdad.

-Usted dijo que admiraba a Márquez porque, contrariamente a los demás pilotos que ha tenido Honda, que han tardado un año en entender esta moto, él aprendió a pilotarla en semanas, en pocos meses, lo que le permitió ganar ya el primer año.

-El primer año, Jorge (Lorenzo) fue más rápido. Marc fue muy valiente, se cayó mucho en ensayos pero fue constante, regular y muy efectivo en carrera. Y se llevó el título con algo de suerte. Pero ese año, el pasado, quien controló la categoría y fue más veloz fue Jorge. Sin embargo este año, Marc está siendo el gran dominador porque no solo conoce la categoría, no solo se ha hecho con nuestra moto, no solo se programa mejor los entrenamientos, sino que ha aprendido, cosa vital en MotoGP, a gestionar los neumáticos.

–Randy Mamola, cuatro veces subcampeón del mundo de 500cc, dice que esta Honda estaba esperando, ansiando, un piloto como Marc. –

Estoy muy de acuerdo con Randy, parece construida para Marc.

–¿Cree que el estilo de Márquez ha obligado a los demás rivales a modificar su pilotaje en esa dirección? –

Sé que todo el mundo piensa en su espectacularidad, pero le diré que la inclinación de Marc no es, a mi entender, la mejor característica de su pilotaje, pues todo el mundo inclina igual, que son los 60 grados que tolera el neumático. Pero Marc ha abierto extrañamente los manillares cuando los demás los siguen llevando muy cerrados, eso le permite tocar enseguida con los codos en el asfalto. Y, otra de sus características, es que Marc mueve mucho el cuerpo de un lado a otro de la moto, de delante hacia atrás, para ayudarse.

–Márquez tiene 21 años y usted acaba de contratar al australiano Jack Miller, de 19. ¿Por qué? –

Hay varios pilotos muy interesantes, con potencial, como son los dos Àlex, Márquez y Rins, Maverick Viñales o el mismo Miller. Los Àlex prefieren ir quemando etapas y, el año que viene, correrán en Moto2; Viñales ha sido fichado por Suzuki y está Miller, que tiene estatura y garra para dar ya el salto a MotoGP. Pero le voy a decir una cosa: hay mañanas que me levantó pensando que ese salto va a ser un éxito y, otros días, pienso que tal vez no funcione. Yo también veo muchos interrogantes y dudas sobre esa decisión.

–¿Ve a Márquez ganando durante muchos años con y para Honda? –

Por supuesto, lo deseo, pero esto es como un matrimonio. Ahora tenemos una relación maravillosa, hemos prolongado nuestra relación dos años más, pero las dos partes han de ponerse de acuerdo para seguir el idilio de por vida.

–Por cierto, ¿ve a los dos hermanos Márquez corriendo para usted en el equipo Repsol-Honda?

-Por supuesto. Esa posibilidad existe y Honda la contempla, pero hay que ver la evolución de Àlex, que es estupenda. Los veo formando equipo pero no porque sean hermanos y sea exótico, sino porque acaben siendo los dos mejores de MotoGP. Marc ya lo es y Àlex está creciendo. Tengo claro que si se produce esa situación, hablaré con papá Julià y le pediré un descuento en las fichas de sus hijos, como ocurre cuando toda una familia se abona a la misma compañía de telefonía móvil.

–Cuando ganan carreras o títulos, qué parte de éxito le concede a la moto y qué parte al piloto. –

Para mí es más importante el piloto que la moto, por eso trato de tener a los mejores conmigo.

–Honda compite, de forma oficial, en el Mundial de Moto3. ¿Le hace ilusión ganarlo? –

Nos hace mucha ilusión y espero que Àlex nos dé, el domingo, la misma alegría que nos proporcionó Marc en Motegi, nuestra casa, cuando nos dio un nuevo título mundial de MotoGP.