Mil fracturas por temporada

Ángel Charte y Xavier Mir son los doctores del Institut Dexeus, de Barcelona, que lideran el equipo médico del Mundial de motociclismo que, desde hace varias temporadas, refuerzan, no solo con su presencia sino con la asistencia de varios sofisticados y preparadísimos BMW medicalizados su intervención inmediata en la pista. El campeonato cuanta con tres equipos médicos paralelos y complementarios, pues el equiopo de Charte y Mir se completa con los doctores del hospital de cada circuito y con la asitencia de la Clínica Móvil, que dirige el doctor Michele Saza. Mir acaba de reconocer, en una entrevista en Movistar TV, que, la pasada temporada (y en esta las cifras son muy similares), hubo cerca de un millar de fracturas entre las tres categorías (Moto3, Moto2 y MotoGP) del Mundial.

TRABAJO ESTADÍSTICO

"Nuestra primera misión, al margen de la asistencia inmediata y de ponernos al servicio de los médicos de cada trazado, fue elaborar una estadística sobre la complejidad de las lesiones y fracturas", ha contado Mir. "Lo primero que nos dimos cuenta es que los pilotos no sufren lesiones, ni fracturas, comunes a otros deportistas y que, la principal curiosidad o diferencia, se centra en el hecho de que muchas veces el hueso simplemente se astilla, pero puede afectar a las arterias o músculos, con lo que hay que ir con mucho cuidado".

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Mir, al igual que reconocen los doctores Charte y Saza, señalan la pasión, la preparación física y la enorme determinación de seguir corriendo como claves para la recuperación y aceleración de cualquier lesión de un piloto. "Nada más entrar en la clínica", cuenta Saza, "ya piden que les cures para volver a salir a pista cuanto antes".

PROTOCOLOS MÁS SEVEROS

"Es evidente que los protocolos nos limitan mucho la autorización de los permisos, pues hay cosas que se hacían, en el sentido de la permisividad, que ya no se hace", explica Charte. "Nuestro objetivo al realizar ese trabajo estadístico ha sido ayudar, dirigir, asesorar a todo el mundo, especialmente, a los fabricantes de monos, que están haciendo una enorme labor con la instalación de sofisticados airbag en los trajes, para que las lesiones más comunes no se produzcan o sean de menor gravedad", sentencia Mir.

Es evidente, cuenta Mir, que "la seguridad total no existe, es imposible y más en un deporte donde, dadas las grandes medidas de seguridad que existen en la pista, las motos cada vez van más deprisa". Saza sentencia que "de lo que se trata es de que si estamos en el campeonato donde reside la mejor tecnología del mundo de la moto, nosotros también tenemos que ponernos, medicamente, a su nivel".

De ves en cuando, como ocurró en el reciente Gran Premio de San Marino, en el trazado Marco Simoncelli, de Misano-Adriático, el equipo de intervención inmediata realiza simulacros de asistencia en pista para entrenarse en las situaciones extremas.