Márquez y Pedrosa se entrenan bajo la lluvia contra el deseo de Honda

El primer día de entrenamientos del Gran Premio de San Marino, que se disputa en el trazado de Misano Adriático, circuito que lleva el nombre del desaparecido Marco Simoncelli, no sirvió de mucho aunque sí produjo numerosos destrozos, especialmente en la categoría ‘reina’ de MotoGP donde se contabilizaron hasta 17 caídas, incluida la del italiano Valentino Rossi (Yamaha), que aspira a ganar el gran premio que se disputa en el llamado ‘jardin’ de su casa, pues el ‘Doctor’ vive a escasos 15 kilómetros del circuito.

La lluvia, presente a lo largo de todo el día, hizo que muchos profesionales se planteasen la posibilidad de no salir a rodar e, incluso, como ocurrió en el caso del ‘team’ Repsol-Honda sugiriesen, pidiesen o, casi ordenasen, a sus pilotos que se quedasen en el boxe y eludiesen el peligro de sufrir una caída, hacerse daño o, incluso, malgastar algunos de los contados motores que les queda para concluir la temporada.

La opinión de los pilotos

Ni Dani Pedrosa, que al finalizar la jornada ocupaba la segunda plaza de la clasificación, ni Marc Márquez, campeón y líder de MotoGP, que quedó pegadito a su compañero hicieron caso a sus jefes, el japonés Shuhei Nakamoto y el italiano Livio Suppo, y salieron a rodar. "Era, en efecto, un día peligroso, de esos en los que, si no estás atento, si no pilotas con tensión y muy concentrado, puedes hacerte daño y arruinar lo que está siendo una gran temporada", reconoció Márquez. "Así que, por suerte, o por estar muy pendiente de la pista y la conducción, he hecho el trabajo adecuado, las vueltas justas, salvando un día delicado y cumpliendo con todo el programa que teníamos establecido".

"Cierto, sí", reconoció Pedrosa, "Honda nos ha pedido que no salgamos, pero nosotros hemos creído que debíamos dar un mínimo de vueltas, para tomar contacto con la pista, medir el tacto con el agua y, sobre todo, para saber cómo vamos en caso de que mañana siga la lluvia, cosa que no parece vaya a ser así".