GP DE LAS AMÉRICAS

Márquez impone su pegada en el Mundial

El campeón supera a las dos Ducati y a las dos Yamaha en uno de sus circuitos favoritos

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EMILIO PÉREZ DE ROZAS / BARCELONA

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El sábado corrió los 220 metros, con el muro en medio, en 38 segundos. Cogió, de un salto, la segunda moto para tratar de hacer la pole y arrancar desde la primera posición de parrilla, después de que pasase por meta y solo faltasen 7 segundos para que concluyese el entrenamiento. Apretó los dientes, peleó y bailó sobre su Honda y, finalmente, volvió a lograr el mejor tiempo.

Y, esrte domingo, en carrera, después de dejar que Andrea Dovizioso (Ducati) mandase en las tres primeras vueltas, cogió el mando del grupito, se acomodó en su moto, retorció, solo ligeramente su muñeca derecha ("la carrera no ha sido muy rápida porque el clima y la pista no estaba demasiado bien", dijo el tetracampeón catalán), soltó sus pies de las estriberas, meneó el culo sobre el sillín, rozó con rodillas y codos, y se fue. Se fue uno, dos, tres y cuatro segundos. Y, a partir de ahí, se limitó a rodar como todos los que le perseguían.

"La pelea fue con Dovi durante algunas vueltas. Luego, cuando pude imprimir mi ritmo, que sabía que lo tenía algo mejor que los demás, se trató de conservar los neumáticos, que no habíamos probado demasiado y recuperar buena parte de lo perdido en Catar, que fue mucho". Márquez, que oyó decir a Valentino Rossi en la noche catarí que "le hubiese ganado, incluso si no hubiese cometido ese error en la primera curva", quiso demostrarle a su amigo, al Doctor, que él sigue siendo el campeón, es más, el bicampeón más joven de la historia de la categoría reina. Es más, el nen de Cervera sumó ayer su victoria nº 20 en MotoGP en 38 participaciones, empatando con el norteamericano Freddie Spencer, al que, en el 2013, sustituyó como el campeón más joven.

Y MÁRQUEZ SE ESCAPÓ

La carrera fue idéntica a la de Doha. Con las dos Yamaha (Jorge Lorenzo acabó cuarto) y las dos Ducati Desmosedici GP15 delante, pues al segundo puesto de Andrea Dovizioso (el mismo que conquistó en Losail), se unió el cuarto puesto de Andrea Iannone. Lo único que cambió del anterior gran premio fue, tal y como el muchacho había prometido, es que Márquez no se equivocó en la primera curva. Ni en la segunda. Ni en la tercera. Ni durante las 21 vueltas del GP. Eso fue lo que cambió con respecto a Catar: que el campeón, tras lograr la pole, quiso marcar la diferencia y demostrar que va en busca de su tercer título. Y lo hizo desde la salida, pese a que se retrasó 37 minutos porque, de nuevo, se encharcó el trazado, fruto del agua acumulada en el techo de uno de los puentes.

Márquez obró esta nueva conquista ante los ojos de Keanu Reeves y Tommy Lee Jones. Fue, en efecto, no solo un sábado prodigioso, veloz, fugaz a pie y sobre la moto, sino un domingo espectacular. Fue un sábado de 'Matrix' y un domingo a lo 'Men in Black'. "Me encanta Márquez, me gusta su determinación, su agresividad sobre la moto y lo mucho que arriesga", dijo Reeves en la parrilla de salida. "Muchos daban por descontada esta victoria porque había ganado en los dos grandes premios anteriores que se habían disputado aquí, pero he sudado lo mío, sobre todo durante todo el fin de semana", relató un felicísimo Márquez, que suma su octavo triunfo en ocho participaciones en Estados Unidos.

EL PIROPO DE SPENCER

Mientras Lorenzo trataba de recuperar el tiempo perdido pero era superado, de nuevo, por la voracidad de su compañero Rossi, y Aleix Espargaró y Maverick Viñales, pilotos de Suzuki, acababan en dos dignísimas plazas (8º y 9º), alguien recordó la frase que Spencer le dedicó en su libro a Márquez cuando rompió su récord de precocidad: "Es posible que solo con palabras no podamos describir la transición de la luz al atravesar las nubes cuando el sol se pone sobre el mar. Al igual que el sol, todos tenemos un camino, un destino, un propósito y una responsabilidad. Gracias, Marc, por recordarnos por qué miramos la puesta de sol".