GP DE ARAGÓN DE MOTOCICLISMO

Márquez le echa una mano a Márquez

Marc, el campeón y líder de MotoGP, trata de desestabilizar al australiano Miller, máximo rival de su hermano Àlex en la lucha por el título de Moto3

Marc Márquez y su hermano, Àlex Márquez.

Marc Márquez y su hermano, Àlex Márquez. / periodico

EMILIO PÉREZ DE ROZAS / ALCAÑIZ

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Marc Márquez se las sabe todas. Tiene solo 21 años, pero ya ofrece aspectos, especialmente en las conferencias de prensa de los grandes premios, en su comportamiento en el 'paddock', en su manera de afrontar las cosas buenas (un montón, casi todas las que ha vivido) y malas que le ocurren a lo largo de cada gran premio, a lo largo del Mundial. Y no solo cuando ha de responder a por qué falló en Brno y acabó cuarto ("luego supimos que mi neumático trasero era defectuoso") o en el momento de explicar su caída, hace 15 días, en Misano, el 'jardín' de Valentino Rossi, que le supuso su segunda derrota de la temporada en 13 carreras (las otras 11 las ha ganado). "Iba con el gancho, 'Vale' me forzó a ir fuera de mi línea, demasiado loco y me caí", dijo entonces. Y, cuando todos creyeron que Márquez no acudiría a su cita de diversión, dos días después, en el rancho que 'el Doctor' tiene en Tavullia, va, se divierte y hace la vuelta rápida en la carrera que, como no, ganó el dueño del rancho.

Ayuda entre hermanos

En esa línea, en la línea de tratar de demostrar que domina, que manda, que no es uno más, sino el campeón, el mayor de los Márquez trata de echarle una mano, o las dos, a su 'hermanísimo' Àlex, que pelea por conseguir su primer título en Moto3, antes de dar el salto, la próxima temporada, a Moto2 de la mano del equipo Marc VDS, que este año intenta convertir en campeón a su amigo Tito Rabat. Y ¿cómo ayuda Marc a Àlex? ¿Cómo ayuda un hermano mayor, vencedor y campeón, a su hermano pequeño, candidato? "Pues puedes ayudarle de muchas maneras", explica Marc. "La primera, claro, conviviendo con él, entrenándote con él, ganándole, enseñándole, corrigiéndonos el uno al otro y, sobre todo, motivándonos. No es cosa de provocarnos todo el día, pero cuando entrenamos, en gimnasio, en la pista de tierra de Rufea, en los circuitos o en los caminos de monte con nuestra 'mountain bike', siempre estamos a la greña y pasándolo bien".

Jack Miller, el chico de moda

Esa es una manera de que el pequeño coja las formas del mayor. Eso sí, una vez en el circuito, de la mano de papá Julià (bueno, a Motorland, a Alcañiz, a Aragón, también se ha acercado mamá Roser), cada uno comparte su vida y solo se ven, a lo sumo, a la hora de cenar. En ese momento o poco después del postre, Marc y Àlex hablan de cómo les han ido los entrenamientos y solo el domingo por la mañana cruzan diez palabras para hablar de la posible estrategia de carrera.

Pero este viernes, tras los entrenamientos del Gran Premio de Aragón, Marc ha hecho algo más, mucho más, por su hermano. Le ha lanzado un par o tres de recaditos, de toquecitos, al joven australiano Jack Miller, líder del Mundial de Moto3, con solo nueve puntos más que Àlex, de 18 años, y 20 más que Àlex Rins, también de 18 años. El jueves, en la conferencia de prensa oficial, decenas de periodistas quisieron saber cómo se sentía Miller después de saber que, a sus 19 años, dará el salto de Moto3 a MotoGP de la mano de la mismísima Honda, saltándose el paso de Moto2. Hubo un montón de preguntas. Y este viernes, en los primeros ensayos en Motorland, Miller (KTM) ha parecido acusar el nerviosismo de estar de moda, ya que ha quedado décimo, a medio segundo de Rins y Márquez, que han protagonizado unos grandes entrenamientos a los mandos de su veloz Honda.

Una decisión precipitada

"Yo ya dije", comentó Marc Márquez en su conferencia de prensa de MotoGP, "que no veía demasiado bien, por su bien, no porque me pareciera mal, que un piloto se saltase la categoría de Moto2, pues cuanta más experiencia adquieras antes de pilotar un bicho como estos nuestros, mejor que mejor. Yo quise pasar por todas las categorías y quise ser campeón en todas antes de dar el salto a la siguiente".

Márquez está convencido de que la movida de Honda, la movida de Miller, el hecho de que se haya puesto tan de moda, tan pronto y tan joven, le puede hacer temblar el pulso en las últimas cinco carreras que quedan "y, tal vez, quién sabe, cometer un error". Marc cree que "Miller sabe que lleva detrás dos jóvenes muy rápidos, con una moto muy buena y un equipo que va a hacerle la vida imposible". "Y, además, yo creo que Miller sabe que saltar a MotoGP sin conseguir el título de Moto3 será considerado, o yo al menos así lo consideraría, un auténtico fracaso".

Márquez trabajando para Márquez. Esa es la listeza, la pillería, que tiene Marc. Y el cariño que le tiene a su hermano Àlex.