EL GRAN PREMIO DE FRANCIA DE MOTOCICLISMO

Los pilotos reconocen pilotar auténticos potros salvajes

El final de la recta de Le Mans les hace bailar peligrosamente sobre la moto a más de 300 km/h

Aleix Espargaró se pone el protector de pecho antes de salir a entrenarse en Le Mans.

Aleix Espargaró se pone el protector de pecho antes de salir a entrenarse en Le Mans. / periodico

EMILIO PÉREZ DE ROZAS / LE MANS (Enviado especial)

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Primera jornada agitadísima del Gran Premio de Francia, que se disputa este fin de semana en el popular circuito de las 24 Horas de Le Mans, donde el clima siempre cambia y sobre una pista que no acaba de agradar en demasía a los pilotos de MotoGP, pues ni su asfalto ni su trazado es típicamente motero.

LORENZO, EL MÁS RÁPIDO

Marc Márquez (Honda), tercero a 0.483 segundos del mejor Jorge Lorenzo (Yamaha, 1.32.086 minutos), asegura que si el gran premio se corriera este viernes o el sábado, ganaría el tricampeón mallorquín de la categoría ‘reina’. Valentino Rossi (Yamaha), décimo a 1.144 segundos del mejor, también confirma las impresiones del joven tetracampeón de Cervera (Lleida). Y, por supuesto, entre medio de ellos, la fabulosa y velocísima Ducati Desmosedici de Andrea Iannone, que les saca 10 km/h en la recta del circuito de resistencia.

MIEDO EN EL CUERPO

Y es precisamente esa extraña recta, que acaba o empieza (me refiero al trazado francés, pues estamos hablando de la curva uno del circuito) en un giro largo, prolongado, en el que los pilotos de MotoGP deben empezar a inclinar, seguir retorciendo el puño del gas, empezar a frenar y, a la vez, ir acelerando poco a poco, con tacto, para salir disparado e iniciar la vuelta rápida, la que preocupa, y mucho, a los pilotos, pues la moto se mueve muchísimo, baile, se menea como pocas veces les ha ocurrido en este campeonato.

VIBRACIONES PELIGROSAS

“No he logrado saber qué ocurre en la coronación de esa recta, en ese inicio de curva larga, veloz”, explica Aleix Espargaró (Suzuki). “Alguno dice que hay un bache, pero yo no lo noto. Otros cuentan que el asfalto está muy peraltado. Los hay que dicen que es el neumático trasero que, en cuanto empiezas a inclinar, tiembla. Yo no sé qué es, pero ponerte a temblar a más de 300 kilómetros por hora no hace ninguna gracia, esperemos solucionarlo el sábado, de lo contrario lo vamos a pasar mal, muy mal”.

SOBRE EL POTRO SALVAJE

“Yo estoy con Aleix, hay un bache, sí, pero no creo que sea eso lo que nos hace temblar”, relata Dani Pedrosa (Honda). “Yo, la verdad, tengo la sensación de ir montado en un potro salvaje, en un toro mecánico, y no hace ninguna gracia porque, en ese punto, vamos muy, muy, muy rápido”. “Yo me inclino por pensar que es el nuevo neumático trasero que nos ha traído Michelin a Le Mans, que es algo mejor que el de Jerez”, contó Lorenzo. “Justo en ese punto, cuando acaba la recta, empieza la curva, te inclinas, frenas y vas abriendo gas a tope, la parte central de la rueda cede el protagonismo al lateral y ahí empieza a temblar y, tiembla, se mueve, vibra, tanto, tanto, que el meneo pasa a la rueda delante y, entonces, ya ni te cuento”.

UNA CARRERA MUY LARGA

Lo cierto es que los pilotos de MotoGP están acostumbrados a manejarse en situaciones extremas, pero lo que menos les gusta es que la moto empiece a moverse de manera peligrosa, casi incontrolada, ya en las primeras vueltas. Todos creen que en las dos sesiones de entrenamientos de este sábado podrán solucionar ese problema pues, de lo contrario, saben que se pasarán la carrera, larga, muy larga, 28 vueltas, bailando con lobos o rodeados de lobos.