Repensando la ciudad del futuro

Hoy en día, más de la mitad de la población mundial, el 54,5%, vive en grandes ciudades. Estas urbes son sinónimo de progreso, de oportunidades, pero también suponen grandes retos para garantizar la calidad de vida de toda la población. Con esta idea como punto de partida, la erradicación de la desigualdad a través del urbanismo, un total de 193 países se han reunido esta semana en la III Conferencia de Naciones Unidas sobre Vivienda y Desarrollo Urbano Sostenible, más conocida como Habitat III, en Quito.

La capital de Ecuador tomó el relevo de Istambul, la ciudad que acogió hace 20 años Habitat II, donde también se abordaron otras problemáticas como el cambio climático y la separación de los residuos. En esta tercera edición, celebrada del 17 al 20 de octubre, el tema estrella de la cumbre, en la que han participado estados y municipios, ha sido el urbanismo sostenible social y medioambientalmente, un urbanismo que promueva la equidad, el bienestar y la prosperidad para el mayor número de ciudadanos posible.

DESARROLLO SOSTENIBLE

Una de las misiones de la cumbre, precedida de numerosas sesiones preparatorias, es establecer una Nueva Agenda Urbana, un documento orientado a sentar los criterios básicos que permitan a las ciudades alcanzar un desarrollo urbano sostenible. «En Habitat III se ha insistido mucho en la importancia del planeamiento urbano como el principal instrumento para diseñar políticas que acaben con la desigualdad, con la pobreza», explica Alfred Bosch, vicepresidente de Internacional y de Cooperación del Àrea Metropolitana de Barcelona (AMB). «El AMB lleva años trabajando en sintonía con la Nueva Agenda Urbana, que sostiene la idoneidad de la mezcla de usos en las ciudades, huyendo del funcionalismo extremo con un centro financiero, unos polígonos industriales y unos suburbios residenciales», añade Bosch, quien enumera algunos de los proyectos impulsados por el ente metropolitano en los últimos años como la reforma del Front Marítim de Badalona, la reurbanización del entorno del paseo de Sant Joan y la actualización del Mercat Sagarra de Santa Coloma de Gramenet y su entorno. «El AMB tiene competencias en planeamiento urbano y debe seguir trabajando en esta línea -continúa-, favoreciendo la mezcla de usos del espacio público».

Desde la humildad, puntualiza Bosch, «el AMB puede aportar liderazgo en algunas cuestiones como el diseño urbano». «El modelo de la metrópolis de Barcelona, antes cuestionado-continúa-, ahora es aplaudido por la comunidad internacional como una de las grandes claves del éxito».

CIUDADES CON ÉXITO

Para Bosch, es muy difícil hablar de éxito en la ciudad si no hay un éxito social. En otras palabras, una ciudad de éxito es una ciudad de éxito compartido. «Para eso es fundamental generar ocupación, con salarios cualificados para atraer el talento cualificado y conservarlo. El AMB ha hecho y está haciendo cosas importantes en este sentido como la reciente decisión de establecer unos salarios metropolitanos de 1.000 euros», detalla el vicepresidente de internacional y de Cooperación del AMB.

La cumbre Habitat III también ha puesto el acento en la sostenibilidad medioambiental de las ciudades, donde la movilidad juega un papel fundamental como principal factor contaminante. «AMB tiene competencias importantes en este aspecto, sobre todo en la gestión de infraestructuras de movilidad y el mantenimiento del equilibrio ecológico, con la gestión de los residuos y del ciclo del agua, por ejemplo», subraya Bosch, quien avanza que el ente metropolitano tiene previsto realizar dos conferencias de nivel mundial pos-Habitat III, una en el 2017 y otra en el 2018. «Invitaremos a los grandes expertos del mundo, sobre la teoría y la práctica del diseño de la ciudades», añade Bosch, quien destaca la voluntad del AMB para seguir las directrices marcadas por la cumbre celebrada en Quito y, sobre todo, para que otras  metrópolis se añadan al proceso de debate.

Entre los grandes retos de la Barcelona metropolitana se encuentra la mejora del transporte público interurbano y facilitar la convivencia entre vecinos y turistas.

EMPODERAMIENTO

Una de las aspiraciones del AMB es que las ciudades y metrópolis tengan más peso en la toma de decisiones en cumbres como Habitat III. «Las ciudades y las metrópolis  no participan como firmantes, y nos gustaría seguir participando en los debates pero también en la toma de decisiones, ser firmantes de pleno derecho», afirma el vicepresidente de Internacional y de Cooperación del AMB.

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