Comienza la construcción del carril bici que unirá BCN y Esplugues de Llobregat
Luis Benavides
Periodista
L. Benavides
En mayo del 2017 ya se podrá circular por el gran carril bici que conectará el Besòs y el Llobregat. Hoy han comenzado las obras de construcción de la vía ciclable que conectará la ciudad de Barcelona y Esplugues de Llobregat, el único tramo pendiente, el más complicado. El nuevo carril, que irá en paralelo a la Diagonal, sorteará el nudo viario que se genera en el enganche con la Ronda de Dalt. "El proyecto tiene la voluntad de potenciar y facilitar el uso de modos de transporte más sostenibles, como es el caso de la bicicleta, que contribuyen a reducir la contaminación del aire, y a fomentar la salud de las personas", explica Antoni Poveda, vicepresidente de Mobilitat i Transport del Àrea Metropolitana de Barcelona (AMB).
La infraestructura en construcción, con unos 880 metros de longitud, que partirá del carril bici existente en la parte más alta de la Diagonal, a la altura del parque de Cervantes, cuenta con “espacios diferenciados para peatones y bicicletas”, subrayan fuentes del AMB. En las últimas imágenes virtuales facilitadas por el ente metropolitano aparece un carril bici segregado, señalizado con líneas blancas.
Algunos expertos en movilidad sostenible no vieron con buenos ojos las primeras imágenes virtuales del futuro carril, donde aparecían peatones y ciclistas compartiendo vía. La nueva imagen tampoco convence. Albert Garcia, portavoz de la Coordinadora Catalana de Usuarios de la Bicicleta, reivindica una "separación real" para evitar problemas de convivencia. "La solución es bonita, pero poco efectiva. Los niños y los perros no entienden de líneas blancas, y puede generar muchos problemas, accidentes", añade Garcia.
Una verdadera apuesta por la movilidad sostenible, afirma el portavoz de la coordinadora, implica “una entrada y salida digna, auténticas autopistas para bicicletas". Solo con una verdadera red pensada para el uso de los ciclistas, continúa, "la gente dejará el coche en casa y optará por la bicicleta para desplazarse a diario".
10 MESES DE OBRAS
El carril bici pasará por debajo de la Ronda de Dalt, por encima del ramal de enlace entre la B-23 y la vía rápida (con una pasarela prefabricada), y por un túnel debajo de los diferentes enlaces que hay entre la ronda y la B-23.
Las obras durarán unos 10 meses y comienzan esta semana con el desplazamiento del lateral de la B-23 y la reconfiguración del cruce entre la avenida de Joan Esteva Fontanet y la avenida de los Països Catalans. Ambas actuaciones, en el término municipal de Esplugues de Llobregat, se alargarán hasta mediados de agosto. En paralelo, a finales de julio, comenzarán a desbrozar y excavar en la zona del nudo viario para trazar el futuro camino hasta la zona del parque de Cervantes. Posteriormente, una vez pavimentada la superficie, se colocarán las barandillas y el mobiliario urbano.
El proyecto costará 1.035.600 euros –se hablaba de 880.000 euros a principios de año– y se encargará de ejecutarlo la empresa Romero Gamero, S.A. (Rogasa), a quien AMB adjudicó la obra el pasado 10 de mayo.
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