PERSISTENTE ANTICICLÓN

Récord de sequía en Barcelona

Si no llegan lluvias, y nada presagia un cambio meteorológico, el año 2015 concluirá como el año con menos precipitaciones desde que hay registros

ANTONIO MADRIDEJOS / BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El pasado 2 de noviembre, una tromba descargó sobre el área de Barcelona y dejó 36,7 litros por metro cuadrado (mm) de lluvia, según los registros del Observatorio Fabra. A partir de entonces, y en Navidad se cumplen 53 días, ha habido un poco de niebla, varias jornadas ventosas, unas temperaturas muy superiores a la media histórica, un profundo episodio de contaminación atmosférica y hasta dos días de olor pestilente, entre otras particularidades atmosféricas, pero ni un litro de agua. Nada. El problema, además, es que no es una excepción en un año caracterizado por la escasez de lluvias.

Como recuerda Alfons Puertas, meteorólogo del observatorio, si no caen 56 litros por metro cuadrado antes de finales de año, y nada indica que vaya a ser así, el 2015 se convertirá en el año más seco desde la puesta en marcha de la serie pluviométrica del Fabra en 1913. Y también se situará entre los cuatro más cálidos. La histórica estación situada en la ladera del Tibidabo, a 415 metros de altitud, no es un referente perfecto del clima del núcleo urbano de Barcelona, pero en cambio es ideal para observar tendencias porque se encuentra al margen de la isla de calor.

En total, a lo largo del año se han recogido 345,8 litros por metro cuadrado, lejos de la media del periodo 1914-2015, que es de 618, y más o menos lo mismo que se registra en Lleida o Zaragoza, que son evidentemente ciudades mucho más secas. Hasta ahora, los años más secos habían sido 1937 (403 litros), 1961 (416 litros) y 1952 (422 litros), por lo que es muy posible que el récord se supere de forma holgada. Todos los meses salvo agosto se han situado por debajo del promedio histórico en pluviometría, aunque los más secos porcentualmente fueron abril, junio y octubre. La media de diciembre en Barcelona es de 49 litros.

SIN INTERRUPCIÓN

En Barcelona, el periodo más prolongado sin precipitaciones (o con menos de un litro diario) desde 1913 corresponde a los 70 días transcurridos entre el 28 mayo y el 5 agosto del 2007. En aquella ocasión se dispararon las alarmas puesto que coincidió con un momento de gran demanda de agua y una sequía intensa en casi toda Catalunya. En cambio, este diciembre, pese a la escasez generalizada de lluvias, los embalses de las cuencas internas se encuentran en un nivel relativamente aceptable, con unas reservas al 75%, mientras que los de la cuenca del Ebro en Catalunya están al 71%. 

Las previsiones a medio plazo muestran una ausencia de precipitaciones hasta finales de año y un ligero descenso de las temperaturas, aunque todavía serán superiores a los valores típicos de la época. El lunes se espera en toda Catalunya un tiempo más revuelto, con nubes compactas, aunque difícilmente dejarán lluvias. Las heladas quedaran ceñidas a zonas del Pirineo. La esperanza parece asomar en Nochevieja y Año Nuevo, según indican algunos modelos de cálculo meteorológico, aunque todavía está demasiado lejos como para confiar a ciegas.